El 29 de mayo los colombianos podrán acudir a las urnas para elegir al próximo presidente de Colombia que reemplazará, desde el 7 de agosto, a Iván Duque en la Casa de Nariño.
Por esa razón, todos los partidos políticos están metidos en la campaña para impulsar al candidato de su preferencia, pero a pocas semanas de los comicios hay un amago de crisis en el Centro Democrático por cuenta de una decisión que tomó el Consejo Nacional Electoral el pasado 7 de abril.
La Sala Plena tomó la decisión de revocar la medida impuesta por la dirección del partido contra los concejales de Medellín Albert Yordano Corredor, María Paulina Aguinaga, Nataly Vélez y Lina Marcela García por la supuesta violación al régimen de bancadas y a las decisiones adoptadas por el partido. El magistrado Renato Contreras consideró que el castigo del partido fue desproporcionado, razón por la cual llevó la solicitud de ponerle punto final a la polémica y devolverles los derechos de voz y voto a los cabildantes.
Un mes después, el concejal Albert Corredor envío una carta al Centro Democrático en la que pide la renuncia de los directivos del partido al considerar que incurrieron en una violación a los derechos políticos de los ciudadanos de Medellín al imponer una sanción que fue revocada por el CNE.
“La directora nacional del Centro Democrático, Nubia Stella Martínez; la veedora nacional, Mery Becerra Gómez; los directores departamentales del partido en Antioquia, Horacio Arroyave y Rafael Molina; y el coordinador de la dirección municipal del Centro Democrático en la ciudad de Medellín, Gabriel Enrique Dib Díazgranados, deben asumir la responsabilidad de su accionar antidemocrático. Es impresentable que un partido que dice defender la democracia, tenga en sus directivas a personas que claramente van en contra de ella y de las leyes, las garantías y los derechos de los Medellinenses”, dijo el concejal.
A su juicio, la decisión que tomó el Consejo Nacional Electoral demuestra que las directivas del partido actuaron arbitrariamente y durante casi cuatro meses dejaron de representar a sus votantes. “La decisión mencionada fue injusta, arbitraria y equivocada, toda vez que no hubo ni violación al régimen de bancada ni a decisiones adoptadas por el partido”.
Además, Corredor culpa a las directivas de los resultados electorales del pasado 13 de marzo en las elecciones al Congreso por lo que les pide dar un paso al costado para que otras personas asuman las riendas de la colectividad en época electoral. Aunque la carta tiene fecha del 6 de mayo, ninguna de las directivas de partido ha respondido a las peticiones del concejal.
Lo cierto es que una división del partido a pocas semanas de las elecciones presidenciales no es conveniente, ya que siempre se ha dicho que los concejales en Medellín aún no deciden a qué candidato apoyar y el partido tampoco ha tomado una decisión de fondo, aunque las mayorías estén con Federico Gutiérrez.
Todo este enredo empezó el 16 de noviembre de 2021, cuando la directora del Centro Democrático, Nubia Stella Martínez, notificó al presidente del Concejo de Medellín, Jaime Cuartas, sobre la investigación formal contra los concejales por la supuesta violación al régimen de bancadas y a las decisiones adoptadas por el partido.
La decisión de la colectividad se dio porque estos cuatro concejales no atendieron la orden del partido para apoyar a Simón Molina y eso generó que el partido perdiera la presidencia, que finalmente quedó en manos del conservador Lucas Cañas.