El panorama no podía ser peor. Hospitales que cierran sus puertas ante la falta de insumos, clínicas que anuncian su liquidación, ambulancias atiborradas de pacientes sin saber qué rumbo coger, 500 niños con cáncer que claman por tratamiento y cientos de enfermos que esperan una simple bolsa de sangre hacen parte de la cruda realidad que padece la salud de los vallunos. Así es el día a día en Cali, donde se desató una crisis tras el cierre del Hospital Universitario del Valle (HUV), la entidad de salud más importante del departamento, que cada año atendía por lo menos un millón y medio de pacientes. Pero la crisis financiera, que no es nueva y exclusiva de esa región del país, tocó fondo el pasado 3 de septiembre cuando los trabajadores del HUV debieron cerrar las puertas de la entidad ante la imposibilidad de atender pacientes por la falta de insumos. Esa medida desesperada desató otra tragedia, ya que la red hospitalaria de Cali (integrada por una docena de IPS de nivel I y II) también colapsó, debido a la falta de infraestructura y capacidad para acoger la demanda del HUV. Como si eso no fuera suficiente, la semana pasada se conoció el cierre de otra IPS. Se trata de la clínica de la corporación Comfenalco Valle – Unilibre, antes conocida como Rafael Uribe, que también entró en crisis financiera y obligó la reubicación de 287 pacientes. Y para rematar, desde hace un mes el HUV se encuentra en interinidad porque el gerente titular, Jaime Rubiano, fue suspendido temporalmente del cargo debido a una investigación fiscal que adelanta la Contraloría del Valle, en la que busca establecer si hubo irregularidades en el manejo de los recursos de esa casa de salud. Información preliminar de la Contraloría estima que el supuesto detrimento patrimonial sumaría 1.200 millones de pesos y tendría que ver con procesos de contratación, gastos de representación y el pago de intereses a proveedores, entre otros hallazgos que se investigan. Lo cierto es que esa cadena de hechos tiene a los vallunos rogando por una buena atención hospitalaria, pero lo increíble de todo es que el problema no es nuevo, está sobrediagnosticado y pese a ello aún no aparece una solución de fondo. Para entender un poco la magnitud del problema basta recordar que en el Valle del Cauca hay por lo menos 29 hospitales, pero sólo el HUV es de alta complejidad y atiende pacientes no solo del Valle, sino de todo el suroeste del país. No obstante y pese a la importancia de ese centro de salud, en la actualidad arrastra serios problemas económicos que impiden su normal funcionamiento. Por ejemplo, sólo a proveedores les adeuda 34.000 millones de pesos y a 1.447 trabajadores sindicalizados les debe 17.719 millones. Es decir, sólo por esos dos conceptos arrastra un déficit operacional de 55.639 millones de pesos. Lo insólito es que la parálisis sucedió porque uno de los proveedores, al que le debe casi el 80 % del total de las acreencias, embargó las cuentas del hospital y todo giro que llega para funcionar, lo congelan. Ramiro Rivera, diputado del Valle que más conoce sobre la crisis de la salud en ese departamento, no dudó en señalar como responsables de la crisis al gobernador y a su secretario de Salud. Según Rivera, ellos no han sido claros en la política de reorganización del sector que prometieron y les dimos facultades para hacerlo “y dejaron todo a la mitad del camino, no liquidaron el hospital de Cartago, Tuluá y en el HUV empeoraron las cosas”. Criticó además que el gerente suspendido cambiara el esquema de contratación con proveedores que, a la postre, lo tiene sumido en la crisis actual, “antes había 200 proveedores y se podía negociar con cada uno de ellos, pero ahora le debemos sólo a uno y ese es el que nos bloqueó”, dijo el diputado. Frente a los señalamientos, el gobernador Ubéimar Delgado negó las acusaciones y recordó que, por el contrario, su administración ha gestionado cerca de cien mil millones de pesos para la red hospitalaria del Valle, “todos saben que los responsables de esta crisis a nivel nacional son las EPS; ellos les pagan primero a sus clínicas y si les queda plata, giran a los hospitales”. Dijo que sólo por ese concepto las EPS le deben a la red hospitalaria del Valle una suma cercana a cien mil millones de pesos. El mandatario explicó que por ahora la solución salomónica para enfrentar la crisis del HUV es “someterlo a un proceso de Intervención Económica a través de la Ley 550”. Lo triste es que mientras las autoridades se tiran la pelota de sus responsabilidades frente a la grave crisis hospitalaria que padece la región, los vallunos por ahora no tienen más remedio que rezar.