En medio del nerviosismo que hay en algunos sectores de la economía por posibles decisiones que podría tomar el próximo gobierno, el presidente electo Gustavo Petro parece querer echarle más leña al fuego.
Por lo menos, así lo deja en evidencia un polémico trino en el que Petro muestra que el nuevo gobierno estaría interesado en intervenir en las instancias de dirección ―tanto en la presidencia como en la junta directiva― de Ecopetrol.
“No nos reten. El voto popular es mandato. Quiero producir un consenso, pero no doblegar el voto popular que quiere energías limpias. El propietario público elige libremente sus miembros en las empresas que lo representen. Es la representación del pueblo”, dijo Petro en un trino respondiendo un artículo del diario La República que plantea cómo funciona el gobierno corporativo de Ecopetrol y el sistema de pesos y contrapesos para proteger a los accionistas.
Como se recordará, en marzo pasado, la Asamblea de Ecopetrol modificó los estatutos y la vigencia de la Junta Directiva pasó de dos a cuatro años.
Pero con este mensaje, según algunos analistas consultados por SEMANA, el presidente electo deja claro que el nuevo gobierno buscará un cambio en Ecopetrol y para hacerlo modificaría los estatutos, con el fin posiblemente de cambiar la junta directiva y nombrar a un nuevo presidente de la compañía.
El mensaje del jefe de Estado entrante desató una ola de críticas en los sectores políticos, desde donde compararon lo dicho por Petro con lo ocurrido en Venezuela con la petrolera PDVSA, organización de la que se apoderó el chavismo con pobres resultados.
“El presidente electo parece estar empecinado en seguir contribuyendo a que Ecopetrol siga desplomándose y a que el dólar siga disparándose. Preocupa que Ecopetrol tenga el mismo destino de PDVSA con Chávez”, apuntó el representante del Centro Democrático Andrés Forero.
Uno de los temores que se han generado preocupación en algunos sectores tiene que ver con la respuesta que puedan tener los mercados frente lo dicho por Petro, especialmente ahora cuando el escenario es de incertidumbre, no solo por el manejo que le pueda dar el nuevo gobierno a Ecopetrol, sino por la idea del nuevo presidente de suspender la exploración petrolera.
Incluso, hay quienes comparan este pronunciamiento de Petro con lo que han hecho algunos “dictadores en Latinoamérica”.
“Advierto que la decisión de la junta directiva de Ecopetrol genera desconfianza y extralimita su competencia, así como la respuesta de Gustavo Petro en tono de amenaza, similar al que utilizan dictadores en Latinoamérica. El temor en un sector estratégico de la economía aumenta”, expresó el senador de Cambio Radical Carlos Fernando Motoa.
En un sentido similar se pronunció el exministro y ahora senador David Luna, quien llamó a Petro a continuar “por la ruta del consenso”.
“Señor presidente Gustavo Petro, continúe por la ruta del consenso, no de las amenazas. Ahora, si el gobierno corporativo de Ecopetrol no le gusta, cámbielo por vía institucional no a punta de Twitter, lo único que hace es generar más incertidumbre en el mercado afectando la economía”, indicó Luna.
En defensa de Petro salieron sectores del Pacto Histórico y de la coalición de gobierno, desde donde aseguraron que lo que se busca es reversar la decisión tomada hace pocos meses de extender el periodo de la actual junta directiva.
“No puede un Gobierno saliente cambiar la composición de la junta para dejar amarradas esas posiciones claves al nuevo gobierno. Resulta inútil, por supuesto, un decreto se cambia con otro decreto y una junta con otra junta”, comentó el senador Roy Barreras.
En todo caso, hay que recordar que si bien las entidades estatales tienen más del 88,49 % de participación en la compañía, el sistema de gobierno corporativo con el que se maneja Ecopetrol está diseñado para proteger también a los accionistas minoritarios, que tienen el 11,5 % de las acciones.
No se puede olvidar que Ecopetrol es calificada como la gallina de los huevos de oro para el Estado. La compañía logró consolidar ingresos por 91,7 billones de pesos, lo que deja una utilidad de 16,7 billones. Con la cifra entregada, el incremento en los ingresos es del 83,4 %, cifra que se compara con el 2020, año de la crisis por la pandemia.