Este viernes 23 de agosto ha sido el día más crítico de la búsqueda a una salida negociada al conflicto armado entre el gobierno del presidente Santos y la guerrilla de las FARC desde que hace un año, exactamente, firmaron el Acuerdo General en La Habana. Ha sido una jornada frenética en el que las partes tensaron la cuerda. Al final, los diálogos momentáneamente están suspendidos y en el calendario no hay marcada una fecha precisa para su reanudación. Al final de la tarde, el presidente, Juan Manuel Santos, ordenó al equipo que negocia con las FARC en Cuba su regreso inmediato al país para analizar la situación de los diálogos de paz tras la decisión de esa guerrilla de hacer “una pausa” en esas conversaciones. “Reanudaremos las conversaciones cuando lo consideremos conveniente”, afirmó Santos en el aeropuerto militar de Catam, en Bogotá, antes de viajar al archipiélago de San Andrés. Horas después de anunciar la “pausa” para analizar el alcance de la propuesta de Santos de llevar a un referendo en 2014 un eventual acuerdo con ese grupo, las FARC le habían indicado a la agencia Efe en La Habana que las negociaciones se reanudarían el próximo lunes por lo que durante un buen tiempo la tensión había cedido. Sin embargo, con el anuncio de Santos, quedó en evidencia una crisis de consecuencias incalculables. “En este proceso el que decreta las pausas y pone las condiciones no son las FARC. De manera que he tomado la decisión de llamar a los negociadores para que se vengan inmediatamente aquí a evaluar el alcance de ese comunicado”, argumentó Santos en tono enérgico para enfatizar que él es que tiene el sartén por el mango en este proceso. Santos dijo que el Gobierno “ha analizado con mucho cuidado” la declaración de las FARC pero que en todo caso el Gobierno y el equipo negociador encabezado por el ex vicepresidente Humberto de la Calle harán un análisis de la situación. De La Calle, quien se encontraba en Cali atendiendo un asunto personal, había expresado su deseo de que las FARC volvieran a la Mesa cuanto antes. En igual sentido se había manifestado Santos en la ciudad de Quibdó cuando lo informaron de la decisión de las FARC: “Tengo entendido que la guerrilla allá en La Habana dijo: nos levantamos de la mesa para estudiar esta propuesta, este procedimiento. Perfectamente legítimo y válido que lo estudien, pero el tiempo pasa y la paciencia del pueblo colombiano tiene su límite, y tenemos que seguir avanzando en las conversaciones”. Del tono compresivo pasó a una reacción más fuerte en cuestión de horas. El mandatario voló a Bogotá y cuando se preparaba para partir a San Andrés, en donde hará un acto de soberanía por el conflicto que se mantiene con Nicaragua, informó de su decisión. Las negociaciones con las FARC, que comenzaron en La Habana en noviembre pasado, habían entrado esta semana en su decimotercera ronda de diálogo, centrada en el tema de la participación política de la guerrilla, el segundo de los cinco puntos de la agenda pactada por las partes. Este viernes se esperaba una reacción de las FARC a la propuesta de referendo de Santos y así ocurrió. Esa guerrilla anunció en la mañana su decisión de hacer “una pausa” en los diálogos para analizar los alcances de la propuesta de referendo sobre un eventual acuerdo con ese grupo hecha el jueves por Santos. En una declaración leída ante la prensa en la capital cubana por el guerrillero ‘Pablo Catatumbo’, alias de ‘Jorge Torres Victoria’, el grupo insurgente anunció la suspensión temporal de las conversaciones de paz con el gobierno de Santos, sin fijar una fecha para su reinicio. La “pausa” anunciada servirá “para centrarse exclusivamente en el análisis de los alcances de la propuesta gubernamental” de referendo, “sin detrimento de la consulta interna que deben hacer (las FARC) como organización”, según la declaración leída este viernes. “Aprovecharemos este tiempo también para escuchar las opiniones que seguramente han de surgir desde el pueblo en medio del fervor de la lucha político-social que hoy estremece a Colombia”, sostuvo la guerrilla en su comunicado. El tajante anuncio de las FARC, sin embargo, luego fue matizado: Así al menos lo aclaró Jesús Santrich, plenipotenciario de las FARC, quien en diálogo con el diario El Colombiano, de Medellín, aseguró: “Nosotros desde Oslo dijimos que las FARC no se levantarán de la mesa de diálogo, eso lo reiteramos. Hay una pausa porque es necesario reflexionar para saber cuáles son los alcances del anuncio (la propuesta de referendo) del gobierno”. Para él, la palabra clave de los últimos anuncios de la guerrilla es “pausa, es necesario reflexionar”. Además, Santrich dijo que una asamblea nacional constituyente “es nuestra propuesta y la reiteramos, es fundamental la participación del pueblo en la construcción del acuerdo”. Eso fue hacia el mediodía. Luego vino la declaración de De la Calle en Cali, lo que tranquilizó a los analistas que creía que era una dificultad normal creada por la propuesta de referendo, que es una de las herramientas para refrendar los acuerdos. El gobierno de Santos y los presidentes de los partidos que lo apoyan (partido de la U, Conservador, Liberal, Cambio Radical y partido Verde) presentaron el jueves ante la Secretaría del Senado un proyecto de ley para que el referendo sobre un eventual acuerdo de paz coincida con las elecciones que el país celebrará en marzo y mayo de 2014. Santos promovió este proyecto con el objetivo de consultar a los colombianos sobre la paz el próximo 9 de marzo, cuando están previstas las elecciones legislativas, o el 25 de mayo, fecha de los comicios presidenciales. “El proceso de paz avanza. Las conversaciones en La Habana avanzan. Y tenemos la responsabilidad, la obligación de prever cualquier instancia que sea necesaria si los acuerdos se formalizan”, dijo Santos al presentar el proyecto de ley este jueves. El gobierno “comunicó al país su decisión de apelar al referendo como mecanismo de refrendación, sin para nada mencionar los procedimientos de construcción democrática de lo que sería refrendado”, argumentaron este viernes las FARC en su sonora reacción. Según la guerrilla, la convocatoria a una asamblea nacional constituyente que proponen desde hace tiempo “sería el camino para alcanzar un verdadero tratado de paz, justo y vinculante”. Al caer la tarde vino la orden de Santos. Tras la “pausa” anunciada este viernes por las FARC y la orden presidencial queda en suspenso unas conversaciones de paz que ya generaron un acuerdo en mayo en materia de tierras y desarrollo rural, el primer punto de la agenda de diálogo, y avances en el tema de la participación política de la guerrilla, según dijeron las partes a comienzos de agosto. Ha sido un día crítico. El más complicado desde que hace exactamente un año se firmó el acuerdo entre las dos partes para empezar a conversar de manera oficial.