La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, respondió a la nueva polémica suscitada porque apareció otra foto que dejaría ver que la violación a la cuarentena, en la que ella aceptó su falta, no ha sido la única. En primer lugar, la alcaldesa apareció en un Carulla junto a la senadora Angélica Lozano, su esposa, y tras la publicación en las redes sociales de las imágenes y la controversia suscitada, la mandataria de los capitalinos ofreció excusas y la congresista hizo lo propio y pagó la multa por ello. Aparte de ello, un ciudadano grabó a Claudia López, de nuevo en compañía de su esposa, sin tapabocas ni ningún tipo de protección mientras caminaban por la zona donde vive el residente que las filmó. Por cuenta de ello, la Fiscalía General de la Nación le abrió investigaciones a la alcaldesa por la presunta violación a la cuarentena. Ahora, se ha publicado una nueva imagen de la alcaldesa Claudia López, aparentemente violando la cuarentena. El lugar donde estuvo la mandataria de los capitalinos registró la visita, escribiendo que junto a ella estaba su pareja, Angélica Lozano, pidiendo una pizza. De acuerdo con dicha imagen, el 24 de marzo ella decretó las medidas de aislamiento para los habitantes de Bogotá y el 29 de marzo fue a buscar la pizza en compañía de su pareja.
Tras la publicación de las imágenes, Carlos Fernando Galán, excandidato a la Alcaldía de Bogotá y ahora concejal, le preguntó cuántas veces ha violado la cuarentena, al tiempo que le reconoció por haber aceptado su falta en el caso que la ciudadanía expuso en redes sociales. “Alcaldesa @claudialopez, bien que haya reconocido infracción de ir al mercado con Angélica, pero ciudadanos han mostrado evidencias de otros 2 episodios. Cuántas veces han violado la cuarentena? Si para salvar vidas pedimos a la gente que cumpla las reglas, hay que dar ejemplo”, escribió en Twitter.
La alcaldesa de Bogotá le respondió de inmediato: "Concejal usted sabe que por mis funciones de autoridad sanitaria, de emergencias y orden público no tengo ninguna restricción de movilidad. Merco y compro mi comida personalmente, como cualquier ciudadana. No puedo quedarme en casa. Trabajo para cuidar a 8 millones de personas”. El debate sigue abierto.