En medio de la rendición de cuentas de la alcaldía Peñalosa ante el Concejo de Bogotá, el mandatario peroró sobre las supuestas similitudes que existen entre el metro y el Transmilenio: “¿La diferencia es que las llantas sean de caucho? Hoy hay metros con ruedas de caucho. ¿Dejan de ser metros por eso? Obviamente que lo que hace que un sistema tenga más velocidad y capacidad es que no tenga semáforos ni interrupciones”. Recomendamos: "¿Se adjudicará el metro en la administración Peñalosa?", pregunta del millón en el Concejo Después de esta afirmación Peñalosa se volvió el blanco de críticas en redes sociales. Una de las primeras en señalarlo fue la exsenadora Claudia López: “Acabó Alcaldía y Peñalosa sigue repitiendo que ‘2 buses pegados son lo mismo y mejor que un metro‘ (…) Solo logró que el 80 por ciento de los ciudadanos rechacen TransMilenio. Triste”. A los mensajes también se sumaron los concejales Manuel Sarmiento y Juan Carlos Flórez.
En su presentación Peñalosa también prometió que “Bogotá tendrá en pocos años ese metro que ha soñado (…) será uno de los metros con más capacidad en el mundo, hasta de 70.000 pasajeros hora sentido”. A esto Flórez señaló que el alcalde mentía porque el proyecto de la primera línea del metro elevado señala que para el 2022 se suplirá una demanda de 26.500 pasajeros hora/sentido y que para 2032 la capacidad será 32.900 pasajeros hora/sentido. Puede leer: Según la Alcaldía, TransMilenio por la Séptima ya es un hecho SEMANA consultó a varios expertos para saber técnicamente cuáles son las diferencias entre un metro y un Transmilenio. Fernando Rojas, doctor en Movilidad de la Universidad de los Andes, le dijo a este medio que existen varias. La primera diferencia es la capacidad. “Un solo tren de metro puede evacuar la demanda de una estación, que puede ser de 400 personas. Se necesitan al menos tres buses de TransMilenio para cubrir una demanda de ese tipo”, dijo. Sin embargo, Álvaro Rodríguez, PhD. en Transporte de la Universidad de California, asegura que el alcalde tiene razón al comprar la capacidad de un metro y un Transmilenio “pues es cierto que en el mundo existen metros con menor capacidad a algunas troncales de TransMilenio en Bogotá”. Ese es el caso de la línea 1 de Singapur y la línea 1 de Santiago. La primera mueve 48.000 pasajeros hora sentido y la segunda 46.000. La troncal de TransMilenio por la Caracas mueve a su vez 48.000 pasajeros hora/sentido. No obstante, Rodríguez explica que esta capacidad puede ser superior o igual si se cuentan los dos carriles de TransMilenio pues si se contabiliza solo un carril, como se contabiliza el metro, la capacidad se reduce a 20.000. Recomendamos: Peñalosa, desgastado pero no acabado Como el mismo alcalde lo señaló, otra de las diferencias sustanciales es la velocidad en que un metro evacúa a los pasajeros versus el TransMilenio. Esto debido a que no tiene obstáculos para superar. A esta diferencia Rojas agrega que como no hay semáforos un metro tiene una mejor frecuencia y contribuye a que el tráfico de la ciudad sea mejor y por lo tanto los ciudadanos estén más satisfechos con ese sistema. Otra de las diferencias que destaca Rojas es que el metro es mucho más amplio y agradable. En términos arquitectónicos las estaciones del metro son de lejos superadas por las de TransMilenio. Y en términos ambientales un metro contamina menos que los buses de TransMilenio ya que funcionan con electricidad, dice Rojas. Darío Hidalgo, Investigador en Movilidad Sostenible WRI, destaca que otra de las diferencias es el costo, lo cual es una ventaja de TransMIlenio. “Se puede construir un kilómetro de TransMilenio con 20 millones de dólares, mientras que para construir un kilómetro de metro se necesitan 200 millones de dólares”. Pero esta diferencia, señala el experto, radica en la capacidad, la velocidad, la confiabilidad en el sistema y en que los metros subterráneos no ocupan la superficie de la ciudad. Sugerimos: Para 2040 en Bogotá solo podrían rodar carros eléctricos o cero emisiones Rojas apunta además que una de las ventajas del metro es que se reduce la cifra de colados ya que la única forma para tomar un metro es a través de los torniquetes. En TransMilenio en cambio, se puede ingresar de forma ilegal a través de las puertas de las estaciones, de los corredores, los torniquetes y los mismos buses cuando abren sus puertas. La duración de la flota también es un factor diferencial. Un tren de metro puede durar 70 años, según Rojas, mientras que en el sistema de TransMilenio en ese tiempo se tendrían que haberse renovado varias veces. La flota nueva que va a entrar al sistema este año cumpliría su ciclo en 10 años según ha señalado la misma gerente, María Consuelo Araujo. A esto se suma que no son comunes las varadas en el metro y eso aumenta la confiabilidad y la satisfacción en el sistema, que hoy en TransMilenio, según la encuesta Bogotá cómo vamos, no supera el 13 por ciento. Puede leer: Nueva flota de TransMilenio, más de la mitad será a diésel