La covid-19 no se ha ido. El Instituto Nacional de Salud (INS) reportó que fue identificada una nueva subvariante de Ómicron denominada EG.5. El INS explicó que “la nueva variante no se relaciona con mayor transmisibilidad o enfermedad”. Sin embargo, hizo un llamado a mantener la alerta y los cuidados preventivos.

“Es importante mantener las medidas de autocuidado, cuando tenemos síntomas respiratorios, para disminuir el riesgo de contagio. Recuerda revisar tu esquema de vacunación”, escribieron en Twitter.

La pandemia de la covid-19 en 2020 reflejó la vulnerabilidad que el ser humano posee en la actualidad. A pesar de los avances de la medicina y del esfuerzo de los médicos y enfermeras para salvaguardar a la población desde hace tres años, las variantes de este virus han originado estragos en algunas comunidades, por lo que el coronavirus sigue cobrando vidas a diario.z

La nueva variante de la covid-19 que se extiende rápidamente

Actualmente, en Estados Unidos se ha confirmado una nueva variante de la covid-19: la EG.5, la cual, según las estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), está causando cerca del 17 % de los nuevos casos de coronavirus, contrastada con el 16 % que provoca la variante XBB.1,16.

La nueva variante EG podría verse como una cepa, pero no lo es, ya que es un derivado de la variante recombinante XBB del grupo ómicron y representa un nuevo ajuste incremental del virus en lugar de una evolución, como sí lo es la “cepa madre” ómicron.

Un indígena guaraní es inoculado con la vacuna CoronaVac de Sinovac Biotech contra el COVID-19 en el campamento de la tribu Sao Mata Verde Bonita, en tierra indígena guaraní, en la ciudad de Marica, estado de Río de Janeiro, Brasil | Foto: AFP or licensors

Además de Estados Unidos, la variante EG.5 se expande rápidamente en Europa y Asia, especialmente en Francia, Irlanda, Reino Unido, China y Japón. Debido a su velocidad, la Organización Mundial de la Salud la agregó a lista de variantes bajo monitoreo.

Estados Unidos bajo los efectos de la EG.5

Esta variante se ha catalogado como la más frecuente en la nación norteamericana debido a que durante el verano se han aumentado los casos de covid-19, lo cual ha incrementado las hospitalizaciones. Varios expertos han opinado que, con los fuertes calores presentados en el territorio nacional, el uso de aire acondicionado ha ayudado a la propagación del virus, además de los viajes largos en donde las personas se exponen a que sean huéspedes del coronavirus.

Junto a esto, los niveles de covid-19 que se han detectado en las aguas residuales empezando el mes de agosto son casi iguales a los presentados en marzo, según datos del Biobot Analytics.

In this photo illustration, a health worker wearing gloves holding a test sample tubes labeled 'COVID-19 Omicron variant' in front of a display. More than 150 confirmed cases of the Omicron variant have been detected in India. | Foto: David Talukdar

Dada esta nueva variante, varios médicos y científicos han expuesto su punto de vista, como el Dr. Dan Barouch, médico inmunólogo y virólogo de la Universidad de Harvard quien dijo para la cadena CNN que “Las personas que están en alto riesgo de enfermedad grave, obviamente, tienen que seguir tomando precauciones”.

Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH) están iniciando varios estudios para probar posibles tratamientos para paliar las secuelas de largo plazo causadas por el covid-19, un paso largamente esperado en los esfuerzos de Estados Unidos contra la misteriosa condición que aflige a millones de personas.

El anuncio del proyecto Recover de 1.150 millones de dólares de los NIH se produce en medio de la frustración de miles pacientes que desde hace mucho tiempo lidian con problemas de salud que a veces los incapacitan, sin tratamientos probados y unos pocos estudios rigurosos.

“Aunque esto llega uno o dos años tarde, y tiene un alcance menor de lo que uno esperaría, es un paso en la dirección correcta”, dijo el doctor Ziyad Al-Aly, de la Universidad de Washington en San Luis, quien no está involucrado en el proyecto de los NIH, pero cuya investigación destacó el costo del llamado “covid prolongado”.