Si no fuera porque su caso muestra las profundas dificultades para aplicar justicia en Colombia, su historia bien podría ser una fábula. Algo así como había una vez una pobre viejecita llamada Enilce de Jesús López Romero, conocida como la 'Gata’, sin nadita que ofrecer sino miles de regalos a sus seguidores; sin un lugar para dónde ir sino Barranquilla, Cartagena y Magangué; y sin poder levantarse de su camita sin la ayuda de su ejército de escoltas. Pero el asunto es un relato de corrupción, politiquería y la demostración de que nada la asusta ni la tiene quieta a pesar de que sobre ella hay una condena por asesinato. De cuando en cuando sale de una de sus casas en Barranquilla y provoca un cisma político como el que por estos días sacude a Cartagena y que ha tenido repercusiones, incluso en Bogotá. En efecto, en la costa y en otros lugares donde es reconocida muchos pensaron que la empresaria del chance Enilce López, la 'Gata’, estaría cuatro décadas tras las rejas después de que en enero pasado el Tribunal Superior de Bogotá la condenó por el delito de homicidio de Amaury Fabián Ochoa, un operador de un peaje en Bolívar. Pero ni lo uno ni lo otro. Sus abogados interpusieron un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia para que revisara el fallo. Mucho antes, los mismos abogados lograron que el Juzgado que conoció el proceso en su primera fase le suspendiera la medida de aseguramiento con el argumento de que ella padecía una grave enfermedad que, incluso, la obligaba a largos períodos de quietud y cama. A la empresaria, a quien han sindicado de tener nexos con paramilitares, no le gustaron estas alternativas y demuestra que hace lo que quiere. Personas cercanas a ella aseguran que transita con regularidad entre Barranquilla y Cartagena, donde les da ‘vuelta’ a sus negocios. “La 'Gata' no está tan enferma como dice. Le garantizo que entierra a varios de Cartagena y ella sigue tan viva y vigorosa como siempre”, señaló un empresario que conoce de sus negocios. Fue precisamente una de esas ‘vueltas’ la que hizo tambalear la política local hace varios días. Enilce asistió a la celebración del día de las madres en el coliseo Bernardo Caraballo, en el barrio Torice en Cartagena, a donde llegaron cerca de 3.000 personas relacionadas con el negocio del chance del que ella es propietaria. Antes de Cartagena, la empresaria lo había celebrado en Barranquilla y Sincelejo, por donde se extienden sus negocios. La fiesta de Cartagena, sin embargo, sirvió como punta de lanza de una actividad política de la que hicieron parte su hijo, el senador Héctor Julio Alfonso, y dos concejales del partido PIN, Alfredo Díaz Ramírez y Lewis Montero Polo. Ellos, los dos concejales, invitaron a la candidata a la alcaldía María del Socorro Bustamante, quien estuvo en el lugar donde se regalaban electrodomésticos y se hacían rifas. Horas más tarde llegó Enilce López, y su presencia fue suficiente para que el partido Cambio Radical, días después, le negara el aval a María del Socorro, que buscaba el apoyo de esa colectividad, por considerar, quizá, que estos hechos no podían ser una casualidad, sino que tenía apoyo político de la empresaria. De inmediato saltaron otros políticos regionales a cuestionar la actuación del presidente de esa colectividad, Antonio Guerra de la Espriella, quien promovió la negativa del aval. Guerra, incluso, anunció la renuncia a la dirección de Cambio Radical. Todo un cisma provocado por una mujer que, como su nombre lo indica, tiene más vidas que un gato. Pero más allá del tema político, lo cierto es que en Cartagena para nadie es un secreto que Enilce López anda muy oronda por la región, aun cuando contra ella existe una condena. Semana.com conoció que luego del episodio de la presencia de Enilce López en la celebración de madres de la empresa de apuestas, sus abogados la reconvinieron por considerar que su exposición en las calles y en celebraciones pone en riesgo la suspensión de la medida de aseguramiento. Pero, además, porque queda en evidencia que ella estaría, de nuevo, en actividades políticas. Un elemento adicional indica que es muy probable que la empresaria no esté tan enferma como han certificado en más de cinco oportunidades expertos de Medicina Legal. Es aquí donde muchos en Cartagena creen que, una vez, más se le dio a la empresaria un tratamiento privilegiado para evitar su envío tras las rejas. Lo cierto es que la ‘Gata’ se saltó la verja y ahora otra vez su nombre está cerca del espectro político de Cartagena, una ciudad que no deja de generar polémicas noticias.