El país no sale del asombro por el atroz crimen que ocurrió en un hotel de Melgar, Tolima, en el que un niño de tan solo cinco años de edad habría sido asesinado por su propio padre, Gabriel Enrique González Cubillos. Gabriel Esteban Cubillos Rodríguez, el menor, fue recogido por su papá el pasado sábado, quien se lo llevó para pasar un rato entre padre e hijo, pero lo que no sabía, es que ya todo parecía estar planeado.
El papá de Gabriel se había separado de Consuelo Rodríguez, la mamá del menor, hecho que desencajó al papá de Gabriel y que lo habría llevado a planear el homicidio de su propio hijo en venganza.
Luz Marina Jiménez, amiga de años de Consuelo, le contó a SEMANA que el papá de Gabriel la sometía a graves maltratos verbales y a violencia psicológica, lo que la habría llevado a separarse de él. Incluso, que el caso fue tan grave que tuvieron que ir a la Comisaría para dejar ante una autoridad el registro de lo que estaba pasando.
Según contó la vecina de Consuelo, a su expareja le habían prohibido acercarse a ella y solo podía tener contacto con su hijo, Gabriel. “El pasado sábado, él (Gabriel) estaba muy feliz porque se iba a ver con su papá”, relató.
Sobre el niño, dijo que era muy amoroso, muy cordial con los vecinos, que le gustaba jugar con carritos, y que incluso un carro a control remoto le habían regalado hace 15 días cuando le celebraron su cumpleaños, sin saber que sería el último.
“El niño amaba a su mamá, su sueño, cuando fuera grande, decía él, era el de trabajar duro para poderle comprar una casa a su mamá. Era una adoración, yo lo cuidaba y él solo quería jugar”, contó la amiga y vecina de Consuelo.
Dijo en medio de lágrimas que el niño era muy alegre, “llegaba acá, me saludaba, me abrazaba, jugábamos, hablábamos, lo que hace un niño, acababa de cumplir cinco años. El sábado por la mañana fue la última vez que lo vi, estaba alegre porque iba a estar el fin de semana con su papá y yo le dije que portara juicioso, que se acordara que la mamá lo esperaba”.
Respecto a la relación que sostenía Consuelo con el papá de Gabriel, dijo la señora Luz Marina que hace cinco meses se habían separado por los maltratos de él hacia ella.
“Se separaron por maltratos verbales físicos. Ella decidió separarse, pero él cada rato la amenazaba y ella ya tenía la denuncia en la Fiscalía y en la Comisaría de Familia; hace ocho días tuvieron audiencia, el 30 de octubre tenían otra audiencia para que a ella le dieran protección”, indicó.
Agregó que, en la Comisaría, le dijeron que ella tenía que dejarle ver al niño cada 15 días a su papá. “Estamos muy indignados, toda la comunidad de Sierra Morena está indignada con lo que ese señor hizo, queremos justicia (…); él a cada rato la llamaba y la amenazaba, le hacía muchas cosas”.
Sierra Morena
Así se llama el barrio donde vive Consuelo. Es un barrio humilde, incrustado en las montañas de la localidad de Usme en el sur de Bogotá. Para llegar, hay que atravesar fuertes pendientes, y la casa de Consuelo queda ubicada en la mitad de un camino destapado.
Es una vivienda muy humilde, se puede ver por fuera; está levantada con tejas metálicas, y desde allí ofrecía sus trabajos de costura a quienes lo requirieran. Se gana la vida humildemente.
Por su parte, las autoridades esperan que se logre pronto la captura del papá de Gabriel para llevarlo ante las autoridades competentes.