Este domingo 19 de junio Colombia decidió y fue Gustavo Petro el candidato elegido por los colombianos para asumir las riendas del país por los próximos cuatro años, una Presidencia que representa un giro de la derecha a la izquierda y que sin duda despierta expectativas entre los electores y el mundo entero.
Por el momento, Petro es llamado presidente electo, ya que oficialmente tomará posesión el próximo domingo 7 de agosto junto con su vicepresidenta Francia Márquez, por un período de cuatro años.
Tradicionalmente, el 7 de agosto es la fecha en la que se conmemora la Batalla de Boyacá y se considera uno de los momentos más importantes de la historia de la independencia de Colombia, de allí que se haya elegido este día para que los nuevos mandatarios asuman el poder cuando terminan los períodos presidenciales.
El presidente Iván Duque hará la entrega de su cargo oficial para esta fecha y Petro asumirá las riendas hasta el siguiente 7 de agosto de 2026, a menos de que algo extraordinario ocurra o se presente una reelección.
Si bien la fecha está establecida, los presidentes electos eligen el lugar y la hora en donde se desarrollará la ceremonia de posesión. Vale la pena recordar que Duque lo hizo en la Plaza de Bolívar, mientras que Juan Manuel Santos eligió un espacio entre el Congreso y la Casa de Nariño.
Las luchas de Gustavo Petro: esta es la vida del primer líder de izquierda en ser presidente de Colombia
El discurso de posesión de Gustavo Petro este domingo 19 de junio resume la personalidad, el carácter, la conducta, los pensamientos, la oratoria, y hasta los pecados de quien este domingo fue elegido como el primer presidente de izquierda de la República de Colombia.
Gustavo Petro fue elegido como presidente de los colombianos. “Hombre hábil, de gran inteligencia, y excelente estratega político”, en palabras de Carlos Gaviria Díaz (q. e. p. d.) y uno de los compañeros de lucha que mejor conoció a Gustavo Francisco Petro Urrego.
Seguramente, Petro hubiera preferido pronunciar su discurso de triunfo el 19 de abril, coincidiendo con la fecha de su natalicio, del nacimiento del M-19 y muy cerca de la fecha del aniversario de la muerte a bala de Jorge Eliécer Gaitán, tres cuadras al sur del Capitolio, el 9 de abril de 1948, en lo que la historia conoce como ‘el Bogotazo’. El caudillo liberal ha sido uno de los tres líderes políticos colombianos que Petro definió como sus referentes, y a quienes ha tratado de emular cuando ha necesitado hacerlo, sin importar coincidencias ideológicas.
La carrera que llevó a Gustavo Petro a la Casa de Nariño está llena de vericuetos y complejidades. Hasta hace unos años, en Bogotá, solo los más entendidos tenían referencias suyas. Candidato a la Alcaldía Mayor en 1997, séptimo entre los 15 candidatos que salieron en el tarjetón la primera vez que Enrique Peñalosa resultó elegido en el segundo cargo de elección popular más importante del país. Siete mil votos fue el capital con el que arrancó en firme en el arte de competir en las elecciones.
Desde que regresó al país, tras un periplo en el consulado de Bruselas (Bélgica) enviado por el presidente Samper para proteger a varios desmovilizados del M-19, Petro se volvió apellido habitual en todas las elecciones, cada cuatro años.
Segundo renglón del representante Antonio Navarro Wolff, uno de los tres presidentes de la Asamblea Constituyente, principal líder de lo que quedaba vivo del M-19 tras el asesinato de Carlos Pizarro y quien había sido el fenómeno electoral, cabeza de lista del movimiento Vía Alterna.
Se hicieron célebres, meses antes de la posesión de Uribe, cuando el ministro de Hacienda de Andrés Pastrana, Juan Manuel Santos, fue quien ocupó el banquillo de los acusados en el debate en el que ambos destaparon los “auxilios parlamentarios”, partidas presupuestales que el Gobierno venía transfiriendo a los congresistas para invertir en sus regiones y que años más tarde el país bautizó de “mermelada”, precisamente durante el gobierno Santos en el que esa práctica fue protagonista, según las evidencias.
Su pasado guerrillero y su espíritu que huele a revolución, que por años fue usado para atacarlo, fue transformado en virtud, a la luz de la forma como la prensa internacional le ha dado carácter histórico a su triunfo en las urnas este domingo 19 de junio de 2022.