En su segunda era como ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla vuelve a intentar una reforma tributaria –esta vez llamada Ley de Financiamiento- que a su modo de ver aliviaría las finanzas del Estado. Es impopular, como suele suceder con este tipo de medidas, sobre todo por la propuesta de gravar la canasta básica con el IVA. Le recomendamos: Apretón tributario con la nueva Ley de Financiamiento La discusión en el Congreso no ha iniciado, pero desde ya hay gran resistencia tanto en las calles, como en el Capitolio, la mayoría de los partidos políticos están en contra. Pero lo que más sorpresa ha causado es que sea el mismo Álvaro Uribe –jefe del Centro Democrático y defensor de Carrasquilla- quien le esté pidiendo al gobierno barajar otras opciones.

Esto le podría parecer un Déjà Vu a Carrasquilla, quien en 2006 cuando era ministro de Uribe vio cómo su propuesta de reforma tributaria estructural se cambió en el camino, tanto que llegó siendo un “esperpento”, como él mismo lo calificó. En ese entonces la propuesta del ministro de Hacienda era expandir la base del IVA en un 10 por ciento y eliminar exenciones y ajustes al pago de renta por parte de los asalariados. Pero la presión de distintos sectores hizo que el entonces presidente Uribe lo pensara y al final del día terminaron cambiando la propuesta. En contexto: Se desvaneció la reforma tributaria estructural “El fracaso de la reforma se debió en buena parte a que el presidente Uribe le dio alas a las peticiones sectoriales que una a una fueron perforando el espíritu de la reforma”, cuenta el economista Marc Hofstetter en una columna de opinión de La República que llamó Déjà Vu. Esto hizo que Carrasquilla pensara en retirar la reforma tributaria estructural y en renunciar a su puesto. No lo hizo inmediatamente, pero sí meses después –en 2007-. Una década después Carrasquilla se enfrenta a una situación similar, guardando las proporciones, pero con un agravante: en el Congreso intentaron aplicarle una moción de censura, que si bien no logró sacarlo del puesto, sí lo alejó del debate público y le dificultará la conversación con los cabildantes para sacar adelante la Ley de Financiamiento, que pretende, mediante el IVA, recaudar 11 billones de pesos, de los 14 que necesita el Estado para el presupuesto de 2019. Le sugerimos: Estos son los bienes que no tendrán IVA Esta vez, como en 2006, Uribe lo apoya como ministro pero le pide que haga cambios, no con la autoridad que le confería ser el presidente, pero sí con la que le da ser el jefe de la bancada de gobierno y el padrino político del presidente Duque. La pregunta que queda es: ¿volverá a suceder lo mismo que en el 2006, y esta Ley de Financiamiento perderá la esencia que le imprimió Carrasquilla? Escucha"¿Quién pagará más impuestos? Así es la ley de financiamiento de Duque" en Spreaker.