La prórroga del encierro obligatorio para los mayores de 70 años explotó como una bomba aturdidora. Aunque la medida es lógica desde la epidemiología, ¿qué horizonte se vislumbra? Como no existe una medicina contra este virus, ¿qué pasará el 30 de septiembre o el 31 de octubre? El panorama es desolador e inquietante.

Los mayores de 70 agradecemos la preocupación del Gobierno nacional por cuidarnos. Sabemos que somos la población más vulnerable. Pero, ¿por qué se nos despoja de nuestra capacidad de auto-regulación? Los mayores de 70 no somos un rebaño, incapaces de cuidarnos, ni mascotas para sacar al parque.

Quiero ilustrar esta reflexión con un ejemplo. Dos de las más destacadas universidades del país, la Nacional y la Javeriana, son dirigidas por mayores de 70. Supimos gobernarlas con sabiduría y firmeza durante las marchas estudiantiles que paralizaron la vida ciudadana; en dos semanas pudimos transformarlas y hacer la transición hacia la enseñanza digital. ¿Será que nosotros, como muchos miles de colombianos, somos incapaces de auto-regularnos y cuidarnos?  ¿Tenemos que resignarnos a que nos traten como si fuéramos mascotas a las que llevan al parque durante media hora, tres veces a la semana? ¡Qué ridiculez!Conversemos sobre un personaje indeseado que se ha filtrado en nuestras conversaciones familiares: el miedo. Todos nos sentimos amenazados desde muchos flancos. Honestamente, no le tengo miedo a la muerte y amo apasionadamente la vida. ¿Por qué? Porque la vida no nos pertenece. La tenemos prestada. Cada día es un regalo de Dios que debemos cuidar y disfrutar. 

Lo que sí me produce preocupación profunda es el drama socio-económico que se nos viene como un tsunami. El coronavirus ha desnudado las crueles desigualdades de nuestro país: millones de colombianos sin empleo o en condiciones muy precarias por la informalidad, desprovistos de un ingreso básico y sin una pensión, que no pueden quedarse en casa porque no la tienen y están con hambre. Esto sí me genera angustia.En estas semanas hemos sido testigos de impactantes gestos de solidaridad y filantropía. Esperamos que vayamos más allá de unas acciones generosas y seamos capaces de reorientar el país hacia un modelo de desarrollo más equitativo.

La Universidad Javeriana está tomando todas las medidas para un regreso seguro al campus. Sabemos que será un retorno con restricciones, y que los procesos de enseñanza alternarán los momentos presenciales y las experiencias virtuales.Presidente Duque, felicitaciones por el firme liderazgo que ha mostrado. Ha tomado las decisiones de la mano de expertos. Una sana combinación de política y ciencia. Por favor, ¡déjenos un margen de auto-regulación! Los mayores de 70 no somos rebaño ni mascotas.