Tras nueve días de protestas, Cúcuta ha tenido uno de los índices más bajos de violencia y enfrentamiento entre manifestantes y policías, según lo señaló el alcalde municipal, Jairo Yáñez.

“Cúcuta ha venido siendo ejemplo de civismo en las manifestaciones, bajo las directrices de la administración, que ejerce un rol activo en la protección de los derechos humanos, un trabajo articulado entres las entidades gubernamentales”, aseguró.

El mandatario enfatizó en el ejercicio del acompañamiento institucional y de observación. “La regla general como observadores será no intervenir y garantizar el derecho a la vida y la integridad”, dijo.

Jairo Yáñez, alcalde de Cúcuta (centro). | Foto: Revista Semana

40 personas fueron designadas de manera articulada por parte de la Secretaría de Equidad de Género, la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría de Posconflicto y Cultura de Paz para acompañar las marchas.

La instrucción que recibieron estas secretarías consiste en no participar en la manifestación, a menos que se presenten casos excepcionales.

Por eso, la Alcaldía de Cúcuta insistió en que ejerce un rol activo en la protección de los derechos humanos, dentro de los cuales se encuentra el derecho a la protesta o manifestación pública y pacífica, establecido en la Constitución Nacional en el Artículo 37, que dice: “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente”.

Desde la Secretaría de Posconflicto y Cultura de Paz reseñaron que se quiere promover e incentivar la cultura de paz, entendiendo el contexto de tensión política y social que atraviesa Colombia y que por ello resulta propicio hacer acompañamiento en las manifestaciones públicas para, de forma articulada con el Ministerio Público y demás entidades protectoras de los derechos humanos, disuadir posibles confrontaciones violentas y el uso desproporcionado y no focalizado de la fuerza.

Las protestas se han desarrollado de manera pacífica en más de nueve días, en los cuales diferentes sectores, campesinos, estudiantes, maestros, sindicatos, médicos y personal de la salud se movilizaron por sus derechos con tranquilidad y sin hechos violentos.

Los jóvenes universitarios fueron un ejemplo de paz, resaltan las entidades públicas, y más de tres mil se tomaron las calles de la capital nortesantandereana.

El alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, acordó con el gremio de los transportadores y taxistas realizar mesas de trabajo y escuchar detalladamente sus necesidades y solicitudes. Entre las prioridades están combatir el transporte informal y los hechos de inseguridad, ante las amenazas y los asesinatos de varios conductores de la zona de frontera.

Como resultado del PMU, el alcalde anunció que se abrirán líneas de diálogo con los líderes de la protesta que no permiten el tránsito en los puntos de acceso a los municipios del área metropolitana.

En el tema agrícola y de desarrollo rural, Cúcuta y la Gobernación de Norte de Santander unieron -según dice un documento- fuerzas para atender, a través del diálogo, las peticiones del gremio arrocero que permitan articular esfuerzos y brindar soluciones a las problemáticas de las comunidades.

Temas como los precios de los insumos, la venta del arroz y los apoyos del Ministerio de Agricultura serán trabajados con el Gobierno Nacional, para salir adelante y construir una región competitiva y productiva para todos.

En la capital de Norte de Santander hay ley seca y se instó a las personas a que cumplan todos los protocolos de bioseguridad para evitar contagios por covid-19.