La renuncia irrevocable del pleno de la junta directiva de Empresas Públicas de Medellín (EPM) y de siete miembros de la junta de Ruta N, por el manejo que el alcalde Daniel Quintero les está dando a estas instituciones ha sido objeto de polémica en muchos sectores. El reciente rechazo se dio por cuenta del expresidente Álvaro Uribe, quien se encuentra cobijado con detención domiciliaria ordenada por la Corte Suprema de Justicia por el caso de manipulación de testigos.
En su cuenta de Twitter, el exsenador compartió una invitación a una rueda de prensa para dar a conocer “Todos Por Medellín“, una nueva veeduría ciudadana para EPM y a la Alcaldía de la capital de Antioquia.
Uno de los primeros en responder el trino fue el propio alcalde Quintero, quien señaló: “Daremos al expresidente Uribe y a su movimiento revocatorio todas las garantías democráticas en Medellín".
Pero el cruce de trinos no quedó allí y el exsenador Uribe respondió: “Cuidado con estos gobernantes de la alianza entre los socialistas que todo lo destruyen y la burguesía de la cómoda pose izquierdista!“. Posteriormente, el expresidente siguió tuiteando e insistió en que la capital antioqueña debe apoyar esa veeduría ciudadana. “En Medellín debemos apoyar la Veeduría Ciudadana para cuidar el patrimonio colectivo, especialmente a Empresas Públicas, fuente de recursos irreemplazables para las políticas sociales. Lo digo desde mi condición de detenido que no me afecta el amor por mi ciudad y por la democracia“, aseveró.
Vale mencionar que actualmente EPM distribuye y comercializa el 33 por ciento de la energía en Colombia con operaciones en nueve departamentos. Y con Hidroituango, generará el 30 por ciento de la energía nacional. Tiene, además, operaciones de tratamiento de agua, hidroeléctricas, participa en negocios de transmisión, generación y distribución de energía en México, Panamá, Chile, Salvador y Guatemala. Solo la empresa que tiene en Chile, Aguas Antofagasta, cuenta con una inversión de casi 1.000 millones de dólares. Así mismo, EPM le transfiere al municipio de Medellín 1,5 billones de pesos al año de sus utilidades para libre inversión, casi la mitad del total. Pero con Hidroituango funcionando a todo vapor podría duplicar esa cifra. Gran parte de la modernización de Medellín y de su proyección ante el mundo como epicentro de innovación, adelanto industrial y resiliencia social ha sido posible gracias a que supo invertir bien esos recursos.