La Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas (ONDCP) de la Casa Blanca entregó este jueves sus estimaciones sobre el cultivo de coca y la producción potencial de cocaína para Colombia, Perú y Bolivia.
“La Administración Biden-Harris se compromete a continuar una estrecha cooperación con nuestros socios en América del Sur para abordar nuestro desafío compartido de producción, tráfico y uso de drogas”, dijo Rahul Gupta, director de la ONDCP.
“Como parte de la Estrategia Nacional de Control de Drogas del presidente Biden, buscamos políticas que amplíen el acceso a la atención continua por consumo de sustancias, persigan a los narcotraficantes y sus ganancias, y también aborden las causas profundas de la participación en la economía ilícita de la coca y las áreas de crecimiento, como la pobreza, la inseguridad y la falta de acceso a los servicios”, agregó.
Para el caso de Colombia, se reportaron más de 103.000 hectáreas de erradicación manual, 757 toneladas métricas de cocaína y base de cocaína incautadas y más de 5.700 laboratorios de drogas destruidos en 2021.
Las cifras de cultivo de coca y producción de cocaína disminuyeron, pero se mantuvieron altas en 234.000 hectáreas y 972 toneladas métricas, respectivamente.
“Esto destaca la importancia de implementar la estrategia bilateral holística para ayudar a los colombianos a establecer medios de vida seguros y productivos aumentando la presencia del estado e invirtiendo en seguridad rural, justicia y desarrollo”, dice el informe.
“Bajo la estrategia, EE. UU. también apoya los esfuerzos del Gobierno colombiano para rastrear y contrarrestar los delitos ambientales que sostienen a los grupos narcotraficantes y que tienen un impacto perjudicial en el medioambiente de Colombia y la región amazónica”, añadió.
Sobre Perú, el cultivo estimado de coca y la producción de cocaína disminuyeron, pero se mantuvieron altos en 84.400 hectáreas y 785 toneladas métricas, respectivamente.
El nivel actual de cultivo de coca destaca la importancia de volver a los niveles de erradicación previos a la pandemia, mientras se invierte en un enfoque holístico que busca brindar seguridad y oportunidades a los peruanos rurales.
Mientras que en Bolivia la producción estimada de cultivo de coca y cocaína se mantuvo estable en 2021, en 39.700 hectáreas y 317 toneladas métricas, respectivamente.
La entidad manifestó que los niveles elevados de producción de cocaína en América del Sur representan un desafío de seguridad persistente para los países andinos y una amenaza para la salud pública en los Estados Unidos.
Los últimos datos provisionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades predijeron 24.618 muertes por sobredosis de cocaína en 2021, un aumento del 23,5 % en comparación con las muertes relacionadas con la cocaína en 2020 (19.927 muertes).
“El trabajo de la Administración Biden-Harris con nuestros socios en América del Sur es una prioridad clave de la Estrategia Nacional de Control de Drogas del presidente Biden, que aplica un enfoque integral para vencer la epidemia de sobredosis al concentrar los recursos en abordar tanto la adicción no tratada como el tráfico de drogas”, publicó el documento.