Este domingo 16 de octubre se cumplieron 20 años del inicio de la denominada Operación Orión, la más grande operación militar urbana que haya tenido lugar en Colombia, según un informe del grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación.

El operativo tenía como fin la expulsión de milicias urbanas de las Farc, el ELN y los Comandos Armados del Pueblo de la comuna 13 de Medellín. Fue liderado por la IV Brigada del Ejército, al mando del general Mario Montoya Uribe; la Policía Metropolitana, representada por Leonardo Gallego Castrillón; el DAS; la Fuerza Aérea Colombiana, y el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía.

El alcalde de Medellín de entonces, Luis Pérez, defendió la operación como la “pacificación de la Comuna 13″. Asimismo, señaló entonces que se sentía “muy feliz” de haber “pacificado” este sector.

Sin embargo, el operativo ha sido cuestionado tras denuncias de violaciones de derechos humanos y desapariciones. En 2017, la Corte Interamericana condenó al Estado por excesos de la fuerza pública, detenciones arbitrarias e ilegales, violaciones al derecho a la honra y la dignidad, a los derechos de circulación y de residencia, así como omisiones para la prevención en el asesinato de una de las líderes.

A través de Twitter, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, se pronunció sobre los 20 años del operativo y señaló: “Operación Orión nunca más. Uribismo nunca más”.

Otro que no dejó pasar la oportunidad fue el controvertido congresista y amigo cercano del mandatario de la capital antioqueña, Álex Flórez. “Las heridas que dejó la Operación Orión, en la comuna 13, San Javier en Medellín, siguen abiertas. Ya son 20 años de impunidad, de falta de verdad y reparación”, se lee en su perfil oficial de Twitter.

Estado colombiano será juzgado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) el caso de desaparición de Arles Edisson Guzmán Medina, en hechos ocurridos en Medellín el 30 de noviembre de 2002 después de la Operación Orión.

“El control de la zona por grupos paramilitares en ese año fue posible justamente por medio de la ejecución de la Operación Orión, ocurrida a finales de octubre de 2002, semanas antes de la desaparición de la víctima. En el marco de dicho operativo se perpetraron graves violaciones de derechos humanos. La operación fue una clara muestra de las relaciones existentes entre grupos paramilitares y el Ejército nacional”, señaló la CIDH.

De acuerdo con la CIDH, Arles Edisson Guzmán Medina habría sido sacado a la fuerza de un restaurante a dos personas que se habrían identificado como integrantes de los paramilitares.

“Existe una serie de indicios que comprueban que los grupos paramilitares operaban con el consentimiento de agentes estatales, como el vínculo ya acreditado por la CIDH y la Corte IDH entre grupos paramilitares y miembros de la fuerza pública en Colombia. La comisión concluyó que el Estado violó el derecho a la personalidad jurídica, la vida, la integridad y la libertad personales, reconocidos por la Convención Americana”, agregaron desde el organismo internacional.