La Contraloría de Bogotá emitió una alerta que genera preocupación frente a los avances de las obras de infraestructura. Luego de varias visitas, bajo la iniciativa “Obras bajo control”, se encontró que de las 22 obras revisadas, 21 no han cumplido con el cronograma establecido.
El contralor distrital, Andrés Castro, contó que estos recorridos se hicieron en el primer semestre del año y se trata de obras de alto impacto para los ciudadanos. “Hemos encontrado una serie de situaciones comunes en algunos de estos proyectos que no han permitido que se desarrollen en los tiempos inicialmente planteados”, dijo el contralor distrital.
Agregó que, de las 22 obras, en 16 se ha solicitado una prórroga; en 15 se ha pedido la suspensión; en 14 ha habido adiciones de recursos y en 11 se han hecho modificaciones. “Llama la atención de la Contraloría de Bogotá porque esto puede generar una situación antieconómica para este tipo de inversiones y ejecución de estos recursos”, alertó Castro.
Las obras de la capital que han sido revisadas por la Contraloría están ubicadas en las localidades de Antonio Nariño (4 obras); Tunjuelito (4 obras), Engativá (2), Kennedy (2), Puente Aranda (2), Bosa (1), Ciudad Bolívar (1), Fontibón (1), Suba (1) y Teusaquillo (1).
“Hemos visitado obras en las cuales hemos encontrado que su nivel de avance es muy mínimo y que no han logrado el objetivo para el cual se proyectó la inversión de estos recursos”, señaló el contralor distrital.
Entre las obras visitadas por la Contraloría y que presentan estos retrasos están la Unidad Deportiva El Salitre y el Centro Día en Bosa en Campo Verde -en donde se hizo una declaratoria de incumplimiento al contratista-. En el caso de obras abandonadas por el contratista se encuentran la planta Wiesner, la cual según el contralor distrital, desde el 15 de febrero no se presenta el contratista.
Otras obras que fueron investigadas por la Contraloría y que presentan alguno de estos inconvenientes son: la construcción de la avenida El Rincón desde la avenida Boyacá hasta la carrera 91 y la intersección de esa avenida en el tramo de la Boyacá, así como algunas obras complementarias. Esta obra cuenta con 11 suspensiones, 8 prórrogas y 9 modificaciones.
También presenta retrasos el Centro de Protección y Bienestar Animal (CEA), la cual tiene 8 suspensiones, 8 prórrogas y 2 modificaciones. Igualmente, está la Plaza de Mercado Santander. En este caso el contratista ya entregó la obra el año pasado pero los espacios intervenidos para los comerciantes y clientes no han finalizado. A esas se suma la obra del Data Center Alma de la ETB, la cual está paralizada en varios puntos. La Contraloría reporta que fue abandonada.
Una de las alertas de la entidad es que estos retrasos podrían generar “una gestión antieconómica, ineficaz, ineficiente, inequitativa y, en muchos casos, inoportuna”, además de presuntos daños patrimoniales que pueden ser por disminución, perjuicio, detrimento, pérdida o deterioro de los bienes o recursos públicos, confirmó el contralor distrital.
Según la Contraloría de Bogotá, hay un común denominador en varias de las obras visitadas y es que se ha encontrado una limitada estructuración de los proyectos en su etapa de prefactibilidad y factibilidad. Además, falencias en la planeación, deficiencias en el seguimiento por incumplimiento de los cronogramas o fallas en el principio de economía, ya que no se han podido ejecutar los máximos resultados en el menor tiempo.
“Continuaremos visitando en todas las localidades, de acuerdo a nuestras matices de priorización, y a las denuncias ciudadanas que hemos recibido. El compromiso es que vamos a hacer este control en el sitio para poder ver el nivel de avance de cada una de estas obras. Cada peso cuenta en el bienestar de los bogotanos”, aseguró el contralor Castro.