Las imágenes que recopilaron la Fiscalía y la Policía en los sitios donde convertían basura en licor producen asco. En baldes, en el piso, entre desechos y orines, los delincuentes hacían la mezcla mortal que en la calle y en frontera con Venezuela, vendía como licor, listo para brindar.
Los investigadores recibieron la información de que en patios de casas, junto a los orines de los perros, los encargados de esta operación de licor adulterado montaron toda una “empresa” especializada en envenenar el gusto de los consumidores que se arriesgan a tomar el licor, sin importar de donde venga, con tal de que el precio se ajuste al riesgo.
“La labor investigativa de la Fiscalía General de la Nación permitió identificar a una red delincuencial señalada de falsificar licores nacionales e importados, y ponerlos a la venta en Cúcuta y su área metropolitana, entre otros municipios de Norte de Santander, y en Bucaramanga (Santander)”, señaló la Fiscalía.
Los operativos se adelantaron en el departamento de Santander, en tres principales municipios y la ciudad capital. El propósito de los investigadores era establecer el origen y la ubicación de los cabecillas de esta red criminal, pero se encontraron con un botadero de basura e insumos para la fabricación del licor adulterado.
“En atención a los elementos de prueba recopilados en contra de esta organización, 17 de los presuntos integrantes fueron capturados en 21 diligencias de allanamiento y registro realizadas de manera articulada por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Policía Nacional en Cúcuta, Pamplona y Bucaramanga”, explicó el ente acusador.
La captura de los cabecillas la desarticulación de la organización criminal y todos los elementos incautados durante los operativos, dejaron en evidencia cómo los delincuentes no tienen escrúpulos a la hora de envenenar a sus víctimas, pues utilizan todo lo que recuperan los recicladores y en canecas putrefactas hacen la mezcla que luego venden como licor.
“En los procedimientos se incautaron de un arma de fuego con 38 cartuchos, 2 armas traumáticas, 18 celulares, más de 5.000.000 de pesos en efectivo, 880 botellas recicladas que iban a ser reutilizadas, 4.180 unidades de insumos secos, entre marquillas, tapas, estampillas y cajas, sustancias líquidas y producto terminado que estaba listo para venta. Lo encontrado arrojó un peso aproximado de 25 toneladas”, advirtieron los investigadores que participaron de los allanamientos.
Una fiscal imputó a los detenidos los delitos de ejercicio ilícito de actividad monopolística de arbitrio rentístico; corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico; usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos de obtentores de variedades vegetales, y concierto para delinquir.
“Entre los hoy judicializados está el señalado articulador de todo el entramado ilegal, los encargados de obtener los insumos líquidos y sólidos, como botellas, marquillas, estampillas y sellos de seguridad, entre otros insumos, los presuntos responsables de la falsificación de aguardiente, ron y whisky”, dijo la fiscal durante las audiencias preliminares.
A pesar de la gravedad de los hechos y de que los capturados aceptaron su responsabilidad en los delitos que fueron imputados por la Fiscalía, un juez concluyó que enviarlos a la casa por cárcel era suficiente para alejarlos de la sociedad y del riesgo que representan para los ciudadanos.