No pasó inadvertido durante el fin de semana que el senador de la oposición Gustavo Petro no se refiriera a la captura de alias Otoniel, uno de los capos más buscados en Colombia y Estados Unidos. Incluso, algunos de sus contradictores consideraron un gesto de mezquindad su falta de reconocimiento al Estado por el logro operacional. El propio exalcalde de Medellín y precandidato presidencial Federico Gutiérrez aseguró que Petro quiere convertir a las Fuerzas Armadas en Boy Scouts, “por eso calla ante la captura del narcoterrorista más peligroso de Colombia”.
Este lunes, Petro rompió su silencio, pero sembró más de una duda sobre el papel que jugaron las Fuerzas Armadas en la captura de la principal cabeza del Clan del Golfo. “De la captura o negociación con alias ‘Otoniel’ que lo saca de operaciones delincuenciales, y por ello hay que felicitar a quienes lo lograron, quedan interrogantes que van más allá de su entrega o captura”, dijo.
Entre sus reflexiones, el líder de la Colombia Humana afirmó que “si el Clan del Golfo había solicitado a los últimos gobiernos una negociación jurídica para desmantelar toda la organización, ¿no era mejor ese camino que la entrega en solitario de su jefe, que deja viva la estructura armada y el narcotráfico?”.
Agregó que “sabemos que durante décadas han caído centenares de jefes de narcotráfico sin que este termine, al contrario, éste crece, las estructuras se reproducen en forma de redes múltiples. La salida del narcotráfico es otra y pasa por cambios de frente en los Estados Unidos”.
El Estado -según Petro- “ha evitado seguir un camino más eficaz de debilitamiento del narcotráfico al interior de su propia sociedad: el de la alianza entre el Estado y el pueblo que intenta ser controlado por el narco... Esta alianza es con el campesinado cultivador de hoja de coca que pacífica y voluntariamente, si hay Estado, puede sustituir cultivos y tierras. La alianza es con los consumidores urbanos de sicoactivos para evitar que entren en contacto con jíbaros y estructuras de narcos”.
Por último, el precandidato presidencial del Pacto Histórico le pidió a la Contraloría “el más estricto seguimiento de los pagos de recompensa. Hay indicios del uso corrupto de las recompensas que tienden a perpetuar capturas irreales de jefes narcos sin destrucción real de los negocios ilícitos”.
Petro, como gran parte de líderes de izquierda, han tratado de desvirtuar la captura de ‘Otoniel’ y al contrario han especulado que podría tratarse de un proceso de negociación, teniendo en cuenta la tranquilidad y la risa del narcotraficante al momento de su captura. No obstante, las autoridades que estuvieron al frente de la operación estratégica coinciden en que se trató de una risa de nervios.
“Esta operación impecable de nuestra fuerza pública contra uno de los peores bandidos y narcotraficantes del Siglo XXI en Colombia”, dijo el ministro de Defensa, Diego Molano.