Todo empezó en un bar ubicado en el norte de Bogotá, donde se encontraba una joven de 19 años tomándose unos tragos y bailando.

En medio del ambiente normal de un bar, un hombre se acercó y sacó a la joven a bailar. Se trataría de uno de los presuntos integrantes de la red de trata de personas.

En medio del baile, contó la mamá de la joven a Noticias Caracol, el individuo empezó a preguntarle cosas a su hija como a qué se dedicaba, con quién vivía, así como interrogar por sus padres.

De acuerdo con la progenitora de la joven, el hombre también la manifestó ese día en el bar que él podía hacer que ella obtuviera buen dinero, pues supuestamente trabajaba con su papá en una empresa de eventos y necesitaban personal. Por lo tanto, le propuso una cita para contarle a fondo cómo funcionaba todo.

La joven, al no encontrar trabajo, se comunicó con el hombre para decirle que le interesaba la cita, la cual era en un lugar ubicado en el municipio de Mosquera, Cundinamarca. Una vez allí, le dijeron que en realidad trabajaban con mujeres que servían como acompañantes para hombres.

Posteriormente, agregó la madre de la joven al noticiero citado anteriormente, a su hija la llevaron a otro lugar donde la obligaron a permanecer recluida de manera forzosa, luego de haber sido fotografiada desnuda y su perfil subido a una página en internet.

Además de ella, contó a Noticias Caracol, en el lugar también había retenidas varias menores de edad.

“Uno de esos hombres le dice que primero debe estar con ellos para que fuera mujer. Ella, ya metida en eso, se preguntaba qué podía hacer. Esos hombres eran muy cochinos, muy degenerados”, agregó la protagonista de la historia.

Como pudo, meses después de buscar a su hija, la madre de la joven se infiltró en la banda. Para ello los contactó y se mostró interesada en trabajar como dama de compañía.

Pero debía ganarse la confianza de los delincuentes. “Ella invita a estas personas a compartir en una fiesta familiar para lograr identificar a cada uno con videos y fotografías; después logra saber la ubicación exacta de su hija”, indicó una investigadora de la Dijín.

Luego, tras haber compartido en la fiesta con los delincuentes y extraerles información valiosa, fue hasta la Dijín de la Policía a denunciarlos y pedir ayuda.

“En un día tenía que acostarse hasta con 11 hombres”, reveló la coronel Olga Patricia Salazar, directora de la Dijín, en entrevista con Noticias Caracol.

La joven finalmente fue rescatada, pero además los investigadores confirmaron que la banda reclutaba a menores de la sabana de Bogotá que eran abordadas en lugares como colegios.

De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, por este caso, cuatro personas fueron capturadas e imputadas por el delito de trata de personas agravado.

Los procesados fueron identificados como:

- Juan Manuel Vargas Díaz, señalado de ubicar y convencer a las mujeres de integrar la comunidad virtual. Este hombre habría captado a la víctima del caso de trata personas en la localidad de Chapinero, en Bogotá, y la vinculó al grupo de internet frecuentado por personas que buscaban y pagaban para sostener relaciones sexuales. Recibió medida de aseguramiento en centro carcelario.

- Óscar Javier Vargas Laverde, padre de Juan Manuel. Sería el responsable de contactar y recibir directamente el dinero de los ‘clientes’, del cual descontaba diversos valores a las jóvenes por concepto de gasolina, transporte, entre otros. Al parecer, fue quien ejerció control sobre la víctima de trata de personas, restringió sus comunicaciones y libertad, y la obligó a tener encuentros sexuales. Recibió medida de aseguramiento en centro carcelario.

- Emilce del Rocío Díaz Prieto, madre de Juan Manuel y esposa de Óscar Javier, es señalada de obligar a la víctima de trata de personas a cumplir trabajos domésticos sin remuneración. Por disposición del juez de control de garantías deberá seguir vinculada a la investigación.

- Kevin Pineda Naranjo, presunto encargado de recibir a las mujeres contactadas para los servicios sexuales. Por disposición del juez de control de garantías deberá permanecer privado de la libertad en su lugar de residencia.

Sobre esta peligrosa banda, la Fiscalía indicó que las víctimas, al parecer, eran ubicadas por redes sociales y en bares, vinculadas a una comunidad virtual en la que se ofrecían servicios sexuales, donde les creaban un perfil, y trasladadas para cumplir encuentro íntimos en Funza, Mosquera, Madrid, Facatativá y otros municipios de la sabana norte y occidente de Bogotá.