El debate del senador del Polo Iván Cepeda sobre los eventuales vínculos de Álvaro Uribe con el paramilitarismo y el narcotráfico tomó un giro inesperado. Este se produjo, precisamente, en la intervención del exmandatario, que, como es su costumbre, pasó de la defensa al ataque. En algo más de una hora, Uribe respondió de forma vana y general a los señalamientos de Iván Cepeda, quien presentó en el recinto del Senado un extenso dossier en el que relacionaba varias cuestionadas actuaciones de Uribe, desde su época de director de la Aeronáutica, pasando por la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia, su primer paso por el Senado de la República y, lógicamente, sus ocho años como presidente de la República (lea el texto completo de su discurso). Lo que hizo el expresidente para afrontar esos señalamientos fue “despacharse” contra todo el que pudo. Parecía escrutar con su mirada a cada uno de los asistentes al debate, y uno a uno fue lanzándoles dardos y dejando en el aire acusaciones en contra de ellos. Cuando empezó a defender la honra de los miembros de su familia, especialmente a su hermano Santiago, propietario de la ganadería La Carolina, se fue contra el hoy vicepresidente, Germán Vargas Lleras. No sólo lo acusó de clientelista y de “intrigar” en la elección del magistrado de la Corte Suprema Augusto Ibáñez, sino de las del fiscal general Eduardo Montealegre, y de la reciente de Edgardo Maya Villazón a la Contraloría. También lo señaló de tener vínculos con los paramilitares en Casanare, e insinuó que el fiscal Montealegre se encargó, en tiempo récord, de archivarle un proceso por esa causa. “En cambio, a pesar de numerosas pruebas, la Fiscalía no ha tenido la gallardía de archivar la investigación contra mi hermano Santiago”, dijo. Al exsenador y actual ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, también le dedicó varios minutos. “Cómo voy a creer en el ministro del Interior, si acudió a mi oficina a pedirme garantías porque el alcalde de Cúcuta Ramiro Suárez Corzo lo iba a matar, y después aparece de aliado político de Ramiro Suárez”. Al presidente Juan Manuel Santos, Uribe no sólo lo calificó de estar aliado con las FARC para promover este debate, sino que le recordó que quiso aliarse con el paramilitarismo para sacar del poder al presidente Ernesto Samper. En el recinto se encontraban los senadores Carlos Fernando y Juan Manuel Galán. Uribe recordó su gran amistad con Luis Carlos Galán y el trabajo político que tuvo con él. Aprovechó ese hecho para decirle a uno de ellos, no se refirió a cual, que durante su gobierno le pidió que lo nombrara en un cargo diplomático en Londres y que después “salió a maltratarme en los medios de comunicación”. A Iván Cepeda, el citante del debate y quien debió quedarse a la espera de muchas respuestas, lo calificó de aliado de las FARC. “El promotor del debate es mentiroso consumado. Siendo yo presidente fue a hacer una inspección al Ubérrimo (su finca) a pedir liberación de 'Simón Trinidad', camufla sus visitas a las cárceles. En los correos de 'Raúl Reyes' lo retratan como un aliado del grupo terrorista de las FARC”. Se refirió a Yanette Bautista, una de las 12 personas que integraron la primera delegación de víctimas en La Habana, hermana de Nydia Érika Bautista, desaparecida por miembros del Ejército. Uribe dijo tener pruebas de que ella no era una víctima del conflicto, sino que era una guerrillera del ELN en el Catatumbo. Pero quizá la despachada que causó mayor efervescencia fue la última, cuando le dedicó espacio al senador Jimmy Chamorro, presidente de la Comisión Segunda y quien fue uno de los que permitieron la realización de este debate. “Usted fue a mi casa a decirme que quería entrar al Centro Democrático. En esta foto aparece en la convención. Pero después le ofrecieron la cabeza de La U. Usted ha procedido con crueldad. Le entregaré a la Corte Suprema los cheques que a usted le dieron los carteles de la droga para financiar su campaña”, dijo Uribe.
El exmandatario finalizó su intervención advirtiendo que este debate es un linchamiento moral, con el propósito de judicializarlo. Después de eso se marchó y dejó encendido el recinto del Senado. La respuesta del Gobierno El ministro Cristo calificó de triste el espectáculo que ha venido a dar el senador y expresidente Álvaro Uribe y el irrespeto a este Congreso. “No se puede venir a este debate, no escuchar al citante, salir, volver y convertir esto en un circo, en una estrategia que realmente afecta al Congreso”. Y agregó: “Uno no puede venir a hablar aquí impunemente, primero a distraer a la opinión pública, a levantar cortinas de humo para no contestar señalamientos muy graves y muy justificados que se han hecho sobre los cuales el Gobierno no se va a pronunciar porque son señalamientos que tiene que investigar la justicia colombiana”. Chamorro dijo que no respondería a las acusaciones de Uribe, “sus injurias y sus calumnias se las tiene que tragar solo”. Luis Fernando Velasco, vocero del Partido Liberal, dijo que el debate no tuvo respuesta por parte del senador Uribe, pero que seguramente, con lo que expuso Cepeda, será la Corte Suprema de Justicia la que se encargue de dar esas respuestas.