En Floridablanca, un municipio que hace parte del Área Metropolitana de Bucaramanga, sus habitantes vivieron una noche de zozobra y temor. En la madrugada del 28 de enero, a las 2:30 am, el río Frío tenía una fuerza inusual, a su paso arrastró arena y árboles. La fuerza del agua tumbó un árbol Caracolí, de 20 toneladas, que llegó hasta el puente peatonal en el barrio Villa Piedra del Sol. El agua se represó y el río se salió de su cauce. El material vegetal que se acumuló desembocó a una cancha y después encontró salida por las calles del barrio Villa Piedra del Sol. A su paso arrastró carros y motos. Se calcula que 138 vehículos quedaron afectados, algunos de ellos absolutamente dañados, otros enterrados en el lodo.
Tras los trabajos de los cuerpos de socorro han podido remover varios carros y sacar el lodo. Foto izquierda cortesía, derecha SEMANA. “Nadaban los carros, luego hubo un remolino y tumbó el muro de la cancha. En ese momento se vino el agua por las calles. El agua arrastraba motos, carros, y llegó hasta el Colegio Agustiniano, allá tumbó los muros”, cuenta Benito Porras, un hombre de la tercera edad que en el momento del desbordamiento del río se encontraba en el apartamento con su esposa. Los vecinos de Santa Coloma -un conjunto de torres que queda en el barrio Lagos 2- cuentan que nadie pudo alertar a tiempo. “Lo primero que cogió el agua fue la portería, entonces los celadores tuvieron que correr para protegerse”, dice Óscar Rueda, quien ha vivido en el sector por 12 años. Con la lluvia y el poder del río no pudieron evacuar durante la avalancha, tuvieron que esperar a que aclarara el día para poder empezar a remover el lodo y ver la magnitud del desastre. Según el reporte de la Alcaldía hay 140 familias afectadas; 20 viviendas se inundaron hasta 1, 2 metros. Los daños también se dieron en la ruralidad. Siete veredas tuvieron derrumbes y dos acueductos veredales resultaron afectados.
Este miércoles la vida de los florideños no transcurrió con normalidad, se suspendieron las clases en los colegios y la Alcaldía decidió declarar calamidad pública tras el comité municipal de gestión del riesgo. “Estamos en la proyección del decreto de calamidad pública y tramitando todo el plan de acción para atenderla. Significa que vamos a poder activar los diferentes mecanismos que tiene previsto Gestión del Riesgo para que de una manera más oportuna se puedan satisfacer las necesidades de las familias afectadas”, dijo a SEMANA el alcalde Miguel Moreno.
Algunos vehículos los han podido sacar del lugar gracias al seguro que tienen, sin embargo, no todos tienen esta ventaja, hay quienes están esperando a que saquen el lodo para poder mover sus vehículos. Astrid Suárez / SEMANA El desbordamiento del río no dejó ninguna víctima fatal, los daños son materiales, sin embargo, no hay servicio de acueducto en más del 60 por ciento del municipio, debido a la turbiedad del río. Durante todo el día los habitantes del sector han tenido que hacer largas filas para conseguir agua de los carrotanques de 2.300 galones a pleno rayo del sol y con al menos 26 grados centígrados.
Astrid Suárez / SEMANA ¿Qué ocurrió? El alcalde y algunos lugareños tienen una hipótesis. En los cerros orientales se está construyendo la Conectante C1 C2 que pretende llegar hasta Pamplona, Norte de Santander. La obra ya se inició y ,aunque tiene licencia ambiental, los habitantes advierten un arboricidio. Además, advierten que se está afectando la fauna del lugar, que incluye algunos osos perezosos. Según el alcalde, aún no conocen el plan de manejo ambiental y la tala de miles de árboles ya inició. “Esto nos lleva a pensar, como dicen algunos expertos, que esta tala de árboles puede tener que ver con la emergencia. Es decir, que no se haya hecho la contención en el Cerro de la Judía y que por tal razón el río haya bajado con tal fuerza que el árbol se hubiese desprendido y haya tapado la vía”, asegura el mandatario. Además, en el Plan de Ordenamiento Territorial quedó consignado que los barrios Villa Jardín, Jardín de Limoncito, Villa Piedra del Sol y Santa Coloma están en una zona de alto riesgo. No es la primera vez que hay inundaciones, pero sí es la de mayor gravedad. La alerta continúa porque hay probabilidad de precipitaciones, sin embargo, las autoridades advierten que son falsos los audios que se están difundiendo y en los cuales se dice que vendrá una nueva avalancha en las próximas horas.