Luego del lamentable hecho registrado el pasado martes 25 de enero tras el accidente que ocasionó la muerte de dos indígenas emberá, una mujer y su pequeña de un año, por el que indígenas golpearon brutalmente al conductor del camión de basura hasta provocarle la muerte, los habitantes del municipio de Guasca realizaron una velatón.

En la plaza del municipio ubicado en Cundinamarca decidieron llevar a cabo un homenaje a Hildebrando Rivera, quien es señalado por la comunidad como un excelente hombre, compañero, padre y hermano. Desde el miércoles 26 se está realizando el homenaje en el que cada uno de los habitantes llevó una vela a la plaza de Guasca.

Además, Óscar Rivera, uno de los hijos del conductor, señaló que Hildebrando no merecía morir de esa manera. Mientras que Sebastián Rivera, también hijo de Hildebrando, agradeció toda la solidaridad del pueblo. Por su parte, el alcalde de Guasca, Ómar Cifuentes, decretó tres días de duelo y pidió que la justicia ordinaria se encargue del lamentable caso.

Los hechos

Cerca del Parque La Florida, mientras transitaba por la vía a Funza, un camión recolector de basura atropelló a una mujer miembro de la comunidad emberá, quien estaba embarazada, y a su pequeña hija de tan solo un año y medio.

En el trágico accidente perdieron la vida madre e hija. De inmediato, sin salir del asombro, los miembros de la comunidad emberá que habitan en esa zona de Bogotá corrieron hacia el camión para agredir a su conductor, a quien golpearon con objetos contundentes, provocándole serias heridas.

Posteriormente, luego de ser trasladado al Hospital Simón Bolívar, el conductor del camión recolector, identificado como Hildebrando Rivera Gantiva, de 60 años, falleció a causa de sus heridas.

Mario Calderón, gerente de la empresa Ecosiecha, detalló que el vehículo recolector llevaba desperdicios de Guasca en el botadero de Mondoñedo y se encontraba de regreso en el momento en que se presentó el accidente.

Centenares de indígenas que permanecían en el parque La Florida obstaculizaron durante varias horas el tránsito entre Funza y Siberia. En redes sociales circulan videos con el desgarrador llanto de los emberás que sufrían la muerte de la mujer y su pequeña.

Cabe señalar que el pasado 17 de enero, la Secretaría de Gobierno de Bogotá informó que un nuevo grupo de miembros de la comunidad Emberá Dobidá se había trasladado de manera voluntaria del Parque Nacional a la Unidad de Protección Integral (UPI) en La Florida, lugar en el que “permanecerán con mejores condiciones”.

“Gracias al diálogo constructivo que adelanta el Distrito Capital con las comunidades indígenas que ocupan el Parque Nacional, presenciamos hoy un traslado voluntario de aproximadamente 160 personas, es decir, 40 familias de la comunidad Emberá Dobidá”, aseguró en su momento el subsecretario de Gobierno, Daniel Camacho.

El funcionario explicó que este grupo de personas decidieron trasladarse voluntariamente y que ahora “gozarán de mejores condiciones, condiciones dignas y favorables, especialmente para los más vulnerables, como los niños, las niñas y los adolescentes”.

Cabe señalar que ante las circunstancias, el director de la Unidad para las Víctimas Ramón Rodríguez realizó un llamado a la Alcaldía de Bogotá para avanzar con la reubicación de la comunidad emberá que se encuentra en Bogotá. Rodríguez también señaló que lamenta el fallecimiento de las 3 personas involucradas en el accidente y recalcó que no rechazan las acciones de tomar la justicia por su propia mano.