Este jueves el presidente Iván Duque confirmó que en un operativo fue dado de baja Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba, el temido narcotraficante que comandaba la banda criminal conocida como La Cordillera Sur, que delinquía en el departamento de Nariño.
Fuentes cercanas le confirmaron a SEMANA que el abatimiento se presentó en un enfrentamiento con agentes de la Policía Nacional en el municipio de Bolívar (Santander). Desde hace dos meses, las autoridades estaban tras la pista del narcotraficante, después que se fugara de la cárcel La Picota de Bogotá.
Tras la confirmación de la noticia, la abogada Angélica Martínez Cujar, quien representa a Matamba en varios procesos judiciales, les pidió a las autoridades de Estados Unidos adelantar una investigación sobre el mencionado operativo, después de que, en diferentes oportunidades, asegurara que su cliente no se había fugado de la cárcel, sino que había sido desaparecido para que no compareciera a una diligencia ante la Fiscalía General en la que iba a firmar un preacuerdo para colaborar con las autoridades.
La petición será presentada ante el FBI, la CIDA y la DEA para que se adelanten todas las investigaciones en este caso. La abogada sostiene que persisten las dudas, puesto que su cliente tenía una plena convicción de entregar información que afectaría a oficiales de la Policía y el Ejército Nacional.
Esta posición se la había señalado también a los delegados de las autoridades de Estados Unidos. En un encuentro, había pedido la protección de sus familiares con el fin de concretar su colaboración.
Desde el 18 de marzo, reseñó la abogada, Matamba no tuvo ningún contacto con su familia, amigos o personas de confianza. Debido a todas las dudas que existen, según Martínez Cujar, sigue vigente la tesis que al narcotraficante lo sacaron a la fuerza de la cárcel para después asesinarlo.
La abogada argumenta que Matamba contaba con valiosa información con la que podía salpicar a varios integrantes de la fuerza pública. Por esto, manifestó que esperará los resultados del informe de necropsia para determinar el tiempo de la muerte y las causas.
Desde 2019, el nombre de Juan Larinson Castro Estupiñán se había convertido en uno de los objetivos de valor para las autoridades colombianas. El hombre, que era conocido con los alias de Matamba o Primo, había emprendido una guerra a muerte para tener el control del tráfico de drogas en el departamento del Nariño. Para esto se alió con el Clan del Golfo.
Una fuente humana les había entregado información a las autoridades sobre las acciones que adelantaba Matamba en el sur del país, generando el conflicto con las disidencias de las Farc tras el abatimiento de alias Guacho, así como el enfrentamiento con otras organizaciones dedicadas al tráfico de drogas. En medio de la investigación se encontró que, curiosamente, Juan Larinson Castro Estupiñán aparecía como “muerto” en la página de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
Sin embargo, la evidencia recolectada señalaba que estaba vivo y comandando la banda conocida como Cordillera Sur. Un video hecho por un agente de seguridad registró una fiesta en la plaza pública del municipio de Policarpa (Nariño) en el que aparecía el narcotraficante haciendo disparos al aire a modo de celebración por la “conquista de un cargamento” de cocaína en Europa.
Un grupo fue designado por la Dirección de la Policía Nacional para que le realizara un minucioso seguimiento a ese hombre. Fue de esta forma que, el 17 de mayo de 2021, llegaron hasta un edificio ubicado en zona residencial del municipio de Floridablanca (Santander). El hombre se encontraba en un sofá después de haber celebrado una fiesta de cumpleaños convocada por una de sus compañeras sentimentales.
La información de inteligencia permitió establecer que se había trasladado desde el sur del país a la capital santandereana. Sin embargo, al momento de su detención aseguraba que no recordaba su número de cédula ni su nombre completo.
Las pruebas documentales permitieron establecer que, en efecto, este hombre era el jefe de la banda criminal de La Cordillera. Por orden de un juez de control de garantías, fue enviado a la cárcel La Picota por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de armas de fuego de uso privativo de las Fuerzas Militares. Igualmente, para que cumpliera las condenas que tenía por delitos de desaparición forzada, secuestro simple, tortura y homicidio.
Al mismo tiempo, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia reactivaba el estudio de la solicitud de extradición presentada por una Corte de Estados Unidos por delitos relacionados con el tráfico de drogas y armas.
Durante casi un año, poco o nada se supo de Matamba. Sin embargo, a comienzos de 2022 su nombre volvió a cobrar relevancia luego que se realizaran varias capturas de oficiales activos y en retiro del Ejército Nacional que habrían recibido comisiones del narcotraficante para disminuir los operativos en contra de su estructura criminal.
Entre los detenidos se encontraba el coronel en retiro, Robinson González del Río (condenado por los falsos positivos y corrupción en las Fuerzas Militares). El oficial habría movido sus influencias para que se cambiaran a los agentes de inteligencia que estaban detrás de Matamaba y su organización.
En unos de los videos se observa que para su fuga, alias Matamba contó con la ayuda de un vehículo gris de marca Renault Symbol que tenía vidrios polarizados y estaba parqueado dentro del mismo centro carcelario, a la espera que el delincuente se subiera, tras salir vestido como un funcionario del Inpec.
El pasado 18 de marzo se prendieron las alarmas sobre la presunta fuga de Matamba, esto después que en el conteo diario no apareciera en su celda en el pabellón de extraditables. En el cruce de versiones se señaló que había aparecido totalmente borracho en otro patio.
La sorpresa sería mayúscula cuando se confirmó que esa persona no era Castro Estupiñan sino una persona con unas facciones muy parecidas. Esa tarde se confirmó que en efecto el narcotraficante se había fugado con un uniforme del Inpec.
SEMANA reveló en su momento varios videos de la cámaras de seguridad del establecimiento carcelario que revelaron toda la ruta de escape de Matamba, quien salió en un vehículo oficial.
En los videos exclusivos se observa que el vehículo ingresó al penal a eso de las 11: 42 p. m. del 17 de marzo y permaneció estacionado por un lapso de una hora y 17 minutos, y finalmente salió del centro penitenciario hacia las 12:59 a. m., es decir, el 18 de mismo mes.
Es de anotar que el reloj de las cámaras de video se encontraba desconfigurado, con una diferencia cercana a los 45 minutos. En otros videos se pudo observar que alias Matamba recorrió los pasillos, listo para fugarse, como si fuera un funcionario del Inpec. Abrió puertas del penal y salió como si nada.
En el primer video se observan cuatro cámaras de seguridad de los barrios aledaños a La Picota y, en una de estas, se observa el momento cuando pasó a toda velocidad el carro donde ya iba Matamba.
En las otras cámaras también se observó pasar el Renault Symbol, el cual tenía una falla en su stop derecho, tal como quedó registrado en la parte inferior izquierda. En la parte inferior derecha de la pantalla también se observó que el vehículo no iba a gran velocidad, según los investigadores para no levantar sospecha a esa hora de la madrugada del pasado 18 de marzo.
En otro de los videos obtenidos en exclusiva por SEMANA es notable que las imágenes no son tan claras para establecer inicialmente el número de la placa del automotor, razón por la que los investigadores analizan minuciosamente cada detalle para poder ubicar otra particularidad que les permita tener pistas y lograr la recaptura de alias Matamba.
Para ello, hay conformado un equipo especial de la Policía y Fiscalía, quienes llevan a cabo una reconstrucción de la ruta del automotor.
Por el momento, la reconstrucción de la ruta arroja que el vehículo llegó al sector conocido como La Sevillana, el cual permite conexión con diferentes regiones del país como los Llanos Orientales.
Es de anotar que SEMANA conoce el recorrido que hizo el automóvil y hacia dónde se dirigió con el capo del narcotráfico, pero mantiene los datos en reserva para no afectar la investigación que llevan las autoridades para recapturar al mafioso, quien se convirtió, entre 2019 y 2020, en jefe de varios militares activos y en retiro en el sur del país, entre ellos el célebre coronel en retiro Róbinson González del Río, quien pocos días antes había recuperado la libertad al acogerse a Justicia Especial para la Paz y hoy está otra vez tras las rejas.
Alias Matamba, antes de ser capturado e ingresar a La Picota, había convertido en sus aliados a algunos militares de alto rango del Ejército en Nariño, a cambio de millonarias sumas de dinero, para poder delinquir a sus anchas.
Cabe señalar que Juan Larrinson Castro Estupiñán era el principal cabecilla de la estructura conocida como Cordillera, del Clan del Golfo. Fue capturado en Floridablanca, Santander, mientras celebraba su cumpleaños.
Le encontraron elementos de valor representados en oro, relojes y dinero en efectivo. Es pedido en extradición por narcotráfico por Estados Unidos. Alias Matamba es señalado de enviar toneladas de cocaína desde El Rosario, Leyva, Policarpa y Cumbitara (Nariño), a través del Pacífico nariñense y caucano. Lo relacionan con el cartel de Sinaloa Nueva Generación.
Las autoridades identificaron que tenía pactos con las disidencias de las Farc y el ELN, en el suroccidente del país, y tenía bajo su mando a por lo menos 200 hombres.