El municipio de Juradó, ubicado en el departamento del Chocó, enfrenta una situación humanitaria crítica tras los enfrentamientos que tuvieron lugar los días 9 y 10 de diciembre entre miembros de la guerrilla del ELN y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Clan del Golfo). Estos combates han obligado a la mayoría de los habitantes a confinarse, generando un panorama desolador en la región.
El defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, informó que se llevó a cabo un consejo extraordinario de seguridad en el que se instó a todas las instituciones del Sistema Nacional de Atención a implementar medidas urgentes para atender a la población afectada. En particular, en la comunidad Eyazaque, del resguardo Nusí Purrú, se han reportado amenazas por parte de estos grupos ilegales, mientras que en la comunidad Cedral, los pobladores se encuentran atrapados en medio del fuego cruzado, siendo ambas comunidades confinadas.
“Nuestros funcionarios de la Regional Chocó asistieron a un consejo extraordinario de seguridad, en el que reiteraron a todas las instituciones del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a Víctimas que pongan en marcha las medidas necesarias para que sea atendida la población afectada”, indicó el defensor Camargo Assis.
La situación se agrava en Amba Patato, donde los habitantes han sido objeto de amenazas y señalamientos como informantes del bando contrario, de acuerdo con el funcionario. Esto provocó, según reportó, el desplazamiento de 137 personas (27 familias) hacia el casco urbano de Juradó, donde, lamentablemente, debido a los combates entre las dos estructuras armadas, una mujer indígena y un adulto mayor perdieron la vida.
Durante el consejo de seguridad se solicitó protección especial para los líderes étnicos y las personas amenazadas de muerte, “hasta que sea activada una ruta segura que permita evacuarlos. Sus derechos a la integridad y vida deben ser protegidos”, expresó el defensor del Pueblo.
En un hecho adicional, un joven amenazado, que estaba siendo protegido en el casco urbano de Juradó, decidió salir hacia Bahía Solano para solicitar más seguridad. Lamentablemente, fue interceptado por criminales mientras se desplazaba en una lancha de transporte público, y hasta el momento se desconoce su paradero.
“Necesitamos que las autoridades de los distintos niveles implementen una estrategia integral de protección para los moradores no únicamente de Juradó, también de la subregión del Pacífico Norte, la cual incluye otros dos municipios, como lo son Nuquí y Bahía Solano. En los tres hay una exacerbación de la violencia armada”, enfatizó Camargo Assis.
Juradó cuenta con 14 comunidades indígenas pertenecientes a cuatro resguardos, así como cinco corregimientos afro, todos ellos susceptibles a la vulneración de derechos por parte del ELN y el Clan del Golfo.
Ante esta situación, el defensor hizo un llamado urgente a las autoridades de todos los niveles para implementar una estrategia integral de protección no solo para Juradó, sino también para la subregión del Pacífico norte, que incluye a otros dos municipios, Nuquí y Bahía Solano, donde también se ha exacerbado la violencia armada.
En su solicitud, el defensor del Pueblo instó a la fuerza pública a incrementar su presencia en los territorios afectados con el objetivo de contener todos los riesgos a los que están expuestos los habitantes de Juradó y áreas vecinas. La efectiva gestión de la situación es crucial para salvaguardar los derechos fundamentales de las comunidades afectadas, aseguró.