Mientras las investigaciones por la caída de un puente peatonal recién edificado en el norte de Bogotá son adelantadas por los constructores, el Ejército y la Alcaldía Mayor, la indignación cada vez es mayor al conocerse las denuncias de que la estructura -edificada en terrenos castrenses del Cantón Norte- empleó a soldados como ‘conejillos de indias’ para hacer las pruebas de carga.Incluso, familiares han dicho que tras la visita, a los soldados se les ordenó subir al puente como forma de castigo.  Aunque en un principio el Ejército informó que en el desplome del puente sólo siete personas sufrieron heridas, un nuevo reporte revelado por la Secretaría de Salud de Bogotá indicó que los heridos eran 42. Entre ellos, Johan Sebastián Ávila, un soldado bachiller de 18 años al que le ordenaron subir con una caja para llevar a cabo dichas pruebas. La madre del militar, Amalia Muñoz, mostró su enfado por lo absurdo de los hechos y narró a Semana.com que su hijo la llamó luego de desplome. “Me dijo que había tenido un accidente sobre un puente y que estaba mal y que no podía respirar”. Así mismo, le informó que les habían ordenado a él y a otros 70 soldados subir a la estructura. Minutos después, ellos sintieron como esta se vino abajo a causa del peso.Pero el asunto va más allá. Los familiares aseguran que el sábado también se hizo otra prueba en la que, tras el ascenso de los militares, un tensor del puente se reventó. “No es justo porque se estuvo atentando contra la vida de un ser humano. La respuestas nos las deben dar los ingenieros y el Ejército”, clamó Amalia.Este domingo, a un par de horas del hecho, el mayor general del Ejército Duván Pineda y el vocero de la constructora Constructec S. A., José Bernardo Fajardo, aseguraron que el puente estaba en pruebas de resistencia y que hicieron pruebas de carga. No se mencionó que estas habían sido realizadas con soldados. Entretanto, las familias de los heridos reclaman por responsabilidades ante este grave hecho. Piden que se investigue al oficial que ordenó que se subieran a los militares a la estructura, máxime si se tiene en cuenta que esta falló el día anterior. En un concepto del vicepresidente de la junta directiva la Sociedad Colombiana de Ingeniería, Luis Orlando Muñoz, se resaltó que en los protocolos de ingeniería para las pruebas de carga nunca se hacen con seres humanos. “Las pruebas para los puentes se hacen con elementos fáciles de transportar por unidad, bultos de arena o canecas de agua (…) jamás se utilizan personas para hacer esta prueba”. La gravedad del hecho hizo que la Defensoría del Pueblo considerara insuficientes y confusas las explicaciones dadas por causas que motivaron el colapso de un puente peatonal, por lo que solicitó la intervención de la Procuraduría y la Contraloría para adelantar las investigaciones pertinentes. “Para la Defensoría resulta evidente e innecesario el riesgo al que estuvieron expuestos quienes participaron en las pruebas de carga de la estructura, los transeúntes, conductores y ciudadanos que frecuentan ese sector, ello sin contar con las posibles irregularidades en materia de contratación”, se lee en el comunicado. Vecinos cuentan que tampoco hubo señalización ni un plan de desvíos de tránsito en la vía que indicara que se iba a hacer una prueba al puente, “había tránsito normal fluido”, dice una persona que pasó por el lugar diez minutos antes de que el puente se desplomara y que vio a los soldados listos para hacer la prueba. ContratoTambién será materia de investigación si el contrato para la construcción del puente, por costo de 3.195 millones de pesos, fue entregado sin licitación y las razones para que se hiciera de esta manera.  El mayor general Pineda manifestó a Caracol Radio que el contrato fue asignado por la Dirección administrativa de la jefatura de ingenieros del Ejército de manera directa.“Esta era una capacidad que se tenía antes del fallo del Consejo de Estado, una contratación directa reservada, teniendo en cuenta que es una obra dentro de las instalaciones militares y por eso se acogió ese concepto”.