La Defensoría del Pueblo y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) rechazaron el asesinato de un joven de 18 años y un niño de 13 en Tibú, Norte de Santander, después de, supuestamente, hacer un intento de hurto a un local comercial.
Carlos Camargo, defensor del Pueblo, exigió celeridad en las investigaciones a las autoridades y que aclaren las circunstancias en las que sucedieron los hechos. Asimismo, señaló que es necesario que haya absoluta claridad sobre el papel y la diligencia de la Policía Nacional en este hecho trágico.
“Particularmente, repudiamos que un menor de edad haya resultado asesinado, dado que los niños, niñas y adolescentes gozan de especial protección del Estado”, dijo el funcionario.
Por su parte, Lina María Arbeláez, directora del ICBF, manifestó “profundo dolor” tras este doble homicidio y aseguró que la naturalización de la violencia en contra de los más jóvenes no puede continuar.
“Este es un fenómeno y un drama que nos obliga como sociedad a reflexionar, a cambiar normas culturales y valores”, sostuvo la directora, quien también resaltó que toda la sociedad pierde cuando ocurren vulneraciones a los derechos de la niñez.
“La preponderancia de los derechos de la niñez está basada en dos fundamentos específicos. El primero, es entender el grado de vulnerabilidad en el cual se encuentran los niños, niñas y adolescentes, y el segundo es que realmente ellos son la posibilidad de tener una humanidad distinta”, concluyó.
Tibú, Norte de Santander, es un municipio sobre el cual se ciernen riesgos de homicidios, reclutamiento forzado, extorsiones, amenazas a líderes sociales, entre otros, por parte de grupos armados ilegales, particularmente disidencias de las extintas FARC, ELN y Clan del Golfo, de acuerdo con las alertas tempranas emitidas en el pasado por la Defensoría del Pueblo. Por eso, las comunidades se sienten atemorizadas constantemente y más después del homicidio de los dos jóvenes.
El crimen
Los dos asesinados fueron retenidos en la mañana del viernes por la comunidad de Tibú cuando aparentemente trataban de robar un local comercial. De acuerdo con los medios locales, los habitantes detuvieron a los jóvenes y los amarraron, pues iban a entregarlos a las autoridades.
“No queremos verlos mañana tirados en la orilla de la carretera”, dice una de las personas de un video difundido en redes sociales, en el que se los ve por última vez. Sin embargo, poco después varios sujetos en moto se llevaron a los muchachos, que aparecieron asesinados por impactos de bala.
De acuerdo con el coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía de Norte de Santander, los jóvenes eran de nacionalidad extranjera y sus cuerpos fueron hallados en la vía que conduce al municipio de El Tarra.
El comandante anunció una recompensa que llega hasta los 100 millones de pesos para quien entregue información relevante sobre los hechos ocurridos el fin de semana del 9 y 10 de octubre y permita dar con los responsables del doble homicidio.
Las hipótesis apuntan a que los responsables del asesinato del muchacho de 13 años y el joven de 18 son miembros de las disidencias de las FARC.