Tomar acciones preventivas y correctivas para reducir los altos niveles de mercurio que se presentan en el río Suratá, afluente que abastece de agua potable a Bucaramanga y 12 municipios de Santander, pidió la Defensoría del Pueblo.
Así lo solicitó mediante un oficio enviado el pasado 17 de mayo, que fue conocido este jueves, en el que la delegada para los Derechos Colectivos y del Ambiente pidió a la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) informar sobre las acciones adelantadas y estrategias definidas con ocasión de esta situación.
Además, instó a que se haga seguimiento a la fuente hídrica, realizar análisis multitemporales, identificar los proyectos y actividades generadoras del mercurio en el río.
“En la Defensoría del Pueblo nos preocupan las consecuencias en la salud y el bienestar de los habitantes de estos 13 municipios, por eso de tiempo atrás hemos alertado sobre esta situación y ahora solicitamos a la autoridad ambiental y a las alcaldías que se tomen las acciones preventivas y correctivas para reducir el impacto sobre esta fuente hídrica”, señaló el titular de ese despacho, Carlos Camargo.
Aunque el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga ha dado parte de tranquilidad frente al cumplimiento de los índices de calidad del agua suministrada, los informes dados a conocer por la misma empresa advierten que al ingreso del agua a la planta Bosconia se han presentado concentraciones elevadas de mercurio.
Por esta razón, esa dependencia también solicitó a las autoridades ambientales que se identifiquen las comunidades ubicadas aguas arriba de la planta de tratamiento, que se puedan ver afectadas.
El río Suratá abastece de agua a Bucaramanga, además de los municipios de Floridablanca, Girón, Piedecuesta, Vetas, California, Suratá, Matanza, Charta, Tona, El Playón, Rionegro y Lebrija.
“Resulta fundamental que las autoridades sanitarias y ambientales, en articulación con el prestador del servicio de agua y las administraciones municipales, realicen una revisión de los mapas de riesgo de la calidad del agua para consumo humano y se ejecuten los planes de contingencia”, señaló.
La defensoría consideró además que es urgente que se adelanten visitas, censos y estudios específicos de calidad del agua y sedimentos del río que puedan dar cuenta de las condiciones de exposición bajo las cuales se encuentren las poblaciones de la región, con el fin de darles tranquilidad a las comunidades y garantizar sus derechos a la salud y a un ambiente sano.
Denuncia ciudadana
A mediados de mayo, la veeduría Ciudadanía Activa Santandereana alertó sobre la posible contaminación de la quebrada La Baja y del río Suratá, en California.
El aumento de la minería ilegal en el municipio de California sería la causa principal de la contaminación en estas fuentes hídricas, según denunció basándose en estudios efectuados a estos afluentes.
“En este caso específico, de la contaminación por mercurio, que es producto de la minería ilegal, esas aguas llegan con trazas superiores en el 4.900 % sobre la medida establecida por las autoridades ambientales y mineras del país. Nosotros vimos que esto es gravísimo. Pero, con ello, no estamos diciendo que el acueducto esté entregándoles a los habitantes de Bucaramanga agua contaminada”, dijo Ramiro Vásquez, vocero de la veeduría.
De acuerdo con Vásquez, esta problemática obedecería a que las autoridades “no están ejerciendo control, en especial la alcaldesa de California, Genny Gamboa, que es la primera autoridad en ese lugar para controlar la minería ilegal en el municipio y la Corporación para la Meseta de Bucaramanga (CDMB)”, agregó.
Asimismo, denunció que desde marzo de este año, tanto la Alcaldía de California como la CDMB fueron alertadas de la situación por medio de un oficio. Sin embargo, no habrían atendido al llamado. Hasta el momento no se ha detectado con exactitud de dónde proviene exactamente la contaminación de este material pesado.
Por su parte, el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga confirmó que el estudio fue realizado por ellos el 23 de febrero, fecha en la que se tuvo conocimiento de la contaminación y de inmediato se tomaron medidas al respecto.
“En el acueducto se hacen mediciones cada dos horas, pero ese día en febrero aumentamos la intensidad a cada media hora, por ocho horas, e identificamos 100 microgramos por litro, lo que significó 50 veces más el valor permitido de lo que se puede procesar en la planta. Ejecutamos las labores pertinentes para evitar la contaminación del agua que llega a los hogares”, aseguró Hernán Clavijo, gerente del AMB.
Además, entregó un parte de tranquilidad, ya que los controles de tratamiento del agua en la planta de Bosconia son muy rigurosos y con ello se asegura que el líquido llegue en condiciones óptimas a los hogares del Área Metropolitana de Bucaramanga.
“El agua que le llega al área metropolitana es 100 % potable; de hecho, es de las mejores aguas del país. Por ninguna circunstancia permitimos que estos contaminantes entren a nuestro sistema y hogares”, señaló.
Indicó finalmente que “lo importante es dar tranquilidad a las personas, todo lo que consumen pasa por tratamientos, no contiene mercurio, aunque hay cantidades mínimas que son tolerables; no ofrecemos agua que tenga alguna clase de contaminante”.