“En las últimas horas, nuevamente se me ha notificado que he sido declarado objetivo militar, esta vez por parte de las Águilas Negras, amenaza que surge a raíz de mi compromiso inquebrantable con la verdad y mi decisión de continuar contribuyendo con el propósito de restablecer los derechos de las víctimas”. De esa manera inicia una denuncia del exparamilitar Salvatore Mancuso, conocida por SEMANA, en la que lo amenazan de muerte.
En la denuncia, esta vez, Mancuso relata que el día lunes 30 de agosto de 2021, él y sus abogados fueron amenazados por las “AGC” mientras se encontraban en desarrollo de la audiencia concentrada de formulación de cargos con el Tribunal Superior de Barranquilla, “amenaza que se dio minutos después de mi intervención donde me referí a la necesidad de identificar todos los patrones que subyacen a los crímenes sistemáticos que se cometieron con la complicidad y responsabilidad de funcionarios del Estado, miembros de la fuerza pública y terceros que engrasaron con sus aportes la maquinaria de la guerra, ante el magistrado José Haxel de la Pava y la magistrada Cecilia Olivella, quién hace unos meses recibió una carta escrita a mano con una contundente amenaza por interrogarme sobre la responsabilidad de agentes del Estado, de la fuerza pública y terceros”.
En la carta, Mancuso también advierte que esas amenazas no solo ponen en riesgo a los abogados, asesores y familiares; sino que además, “pretenden afectar la participación ante la Jurisdicción Especial para la Paz. Coaccionar a quienes hemos tomado la decisión indeclinable de continuar aportándole a la paz y la reconciliación de Colombia y asumir responsabilidades frente a un tribunal de carácter transicional y restaurativo es también un ataque contra la JEP en su conjunto, contra las víctimas, contra la paz y la democracia, lo que rechazo con vehemencia”.
Y agrega: “Desde el mismo momento en el que decidí liderar un proceso de paz, no volver a transgredir la ley, estar al lado de las víctimas y al lado de la sociedad colombiana, he sido consciente que aquella maquina de guerra que ayudé a construir de la mano del Estado y sus fuerzas de seguridad, podría volverse en contra, y de ello ha sido testigo el país. Aún así, reitero mi convicción de seguir aportando a los fines de la paz, la reconciliación y la no repetición, a través de la justicia transicional y restaurativa”.
En los últimos meses, mientras se define la extradición de Mancuso hacia Colombia, el excomandante paramilitar ha estado asistiendo a escenarios donde está, como lo obliga su compromiso con la Ley de Justicia y Paz, contando lo que sabe sobre el conflicto, dándole la verdad a las víctimas, aunque el reclamo siempre ha sido el mismo: Mancuso argumenta que él y las autodefensas tienen una cuota de responsabilidad en el conflicto, pero también las Fuerzas Militares, el aparato del Estado y civiles que estaban en contra de las guerrillas.
Además, se ha presentado en un escenario como la Comisión de la Verdad, donde Mancuso señaló que “en tanta gente inocente que murió, en tantas familias que lo perdieron todo por culpa de nosotros. He pensado mucho en esas miradas de terror, de angustia, de miedo, de quien fue condenado de manera sumaria a una pena de muerte. Pienso en el dolor de ellos, de sus familias, lo que estaban pensando en ese momento. Lo que les tocó sufrir y padecer”.
Mancuso y su defensa están esperando que avance todo para que se resuelva su situación judicial, especialmente porque sigue a la espera de que se defina su deportación.