“Hijueputas, guerrilleros malparidos”, fueron las palabras del subintendente de la Policía Jhon Frank Pinchao, al recobrar su libertad después de nueve años de secuestro y de pasar más de 15 días en la selva tras escaparse del campamento donde las Farc-EP lo tuvieron encadenado.
Esas palabras se incrustaron en los colombianos, fueron el reflejo de la crudeza de la guerra en Colombia y la muestra de una guerrilla desalmada que atacaba a la población sin problema alguno.
Tuvieron que pasar 23 años para que Pinchao volviera a Mitú (Vaupés), ciudad a la que las Farc atacaron el 1 de noviembre de 1998 con más de 2.000 hombres, acabando con todo a su paso. Atacaron la estación de Policía, asesinaron inocentes y secuestraron 61 policías.
Han pasado dos décadas y Pinchao no ha podido olvidar lo que ocurrió esa madrugada donde los guerrilleros, sin piedad, usaron cilindros bomba, granadas, ráfagas de metralleta y tatucos para cumplir su macabra operación.
Por eso, quiere llegar al Senado para representar a las víctimas del conflicto y a los policías de Colombia desde una curul con el aval del partido Verde Oxígeno de Ingrid Betancourt. Desde su regreso a la libertad se dedicó a dejar todo en el pasado, a recuperar el tiempo perdido, pero ahora está sumergido en el mundo de la política, sin duda, una actividad nueva en su vida que quiere afrontar con compromiso.
“Me he sentido cómodo, es una oportunidad para trabajar por la gente y sobre todo por las víctimas del conflicto. Una de las metas que tengo es que haya reparación para todas las víctimas del país. Usar los bienes incautados para darles el dinero ya que muchos de esos bienes se están dañando”, dice Pinchao.
Según su propuesta, ese dinero servirá para implementar proyectos productivos y ayudar a que las víctimas cumplan sus sueños. Sin embargo, está acoplándose a una campaña atípica por cuenta del coronavirus y tuvo que adaptarse a las nuevas realidades.
“Por el tema del covid no se pueden hacer aglomeraciones, pero estamos haciendo un trabajo fuerte por redes y en el voz a voz explicando lo que queremos hacer en el Congreso”.
Además, entre sus planes políticos, está la idea de liderar un incremento salarial justo para los integrantes de la Policía Nacional, institución que lleva en su corazón.
“Vamos a mejorar las condiciones laborales de los policías. No puede seguir pasando que un patrullero tenga el mismo salario de cuando empezó a cuando tenga 10 años de experiencia. Tenemos que trabajar en ese aspecto porque tienen malas condiciones de vida. La propuesta es que a los patrulleros se les aumente el sueldo al quinto año de servicio y así cada cinco años para que haya mejores condiciones de vida y motivación”.
Pinchao está estudiando, en el día hace campaña y en las noches se dedica a leer el reglamento del Congreso para estar listo si los colombianos lo respaldan en las urnas. En la Ley 5 de 1992 está el paso a paso del trámite de proyectos de ley y reformas constitucionales. Reconoce que no es un experto en temas legislativos, pero su compromiso con las víctimas y policías lo animan a prepararse.
Tiene claro que en estas elecciones están en juego las 16 curules de paz y por eso pide que realmente sean ocupadas por quienes se vieron afectados por el conflicto y no por personas cercanas al partido de los Comunes o las disidencias de Farc. “Ojalá sean para las víctimas y que no queden en manos de las guerrillas. Ojalá no haya presión de las disidencias en esas zonas donde habrá curules de paz”.
Finalmente, dice que cuenta con el respaldo de muchos de sus compañeros que estuvieron en la institución y algunos uniformados activos que, a través, de sus familias lo podrán respaldar en las urnas.
Este domingo, 13 de marzo, se sabrá si Jhon Frank Pinchao podrá cumplir sus promesas de campaña para ayudar a, quienes como él, dan hasta la vida por proteger a los colombianos.