Desde este jueves, a las cero horas, entró en vigencia el confinamiento riguroso en cinco localidades: Bosa, Antonio Nariño, Puente Aranda, Fontibón y Kennedy, mientras que el primer grupo está a tres días de terminar su periodo de cuarentena, en medio de una estrategia para disminuir la velocidad de contagio del coronavirus.

Por su lado, Kennedy recuperó gran parte de su espacio público y se mantendrá así por al menos dos semanas en lo que dura la cuarentena estricta. Los andenes del centro bancario quedaron despejados de las tradiciones ventas ambulantes que por años han bloqueado la vista de la fachada de los establecimientos comerciales. A su vez, la congestión vehicular disminuyó a la registrada en los últimos días. Así se vio la localidad octava durante las primeras horas de la medida: poca aglomeración y más espacio para caminar para los transeúntes.  En la primera imagen se observan los puestos de comerciantes informales ubicados al frente de los almacenes Only y Facol que se pierden entre los tendedores de ropa y accesorios. Este jueves, 23 de julio, dos hombres se desplazan manteniendo el distanciamiento social sin ninguna complicación. El sector bancario que tiene como epicentro la plazoleta del antiguo almacén Ley, ahora llamado Surtimayorista, también dejó de ser ocupado por quienes se rebuscan un sustento diario con los implementos de bioseguridad. Vale recordar que durante la cuarentena estricta el sistema de transporte público está habilitado para quienes cumplan con los requisitos expuestos por el gobierno distrital dentro de las excepciones para circular. En la primera fotografía se puede apreciar el paradero de los buses del Sitp que suele estar rodeado por carpas y carretas. Las diligencias bancarias y notariales no presentan un cambio significativo antes y después de la cuarentena. Las filas siguen, pero eso sí, manteniendo el distanciamiento de los asistentes.