Eduardo Battistini, el delegado en Colombia del líder de oposición de Venezuela, Juan Guaidó, afirmó que respeta la decisión del Gobierno colombiano, en cabeza del presidente electo Gustavo Petro, de restablecer las relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro, aunque pidió que se prioricen las necesidades de los venezolanos.
En entrevista con RCN Mundo, afirmó que si bien es una decisión de soberanía colombiana, no están en posición de rechazarla o apoyarla, únicamente la respetan y lo único que piden es que se plantee una comunicación sobre los aspectos más importantes que atañen a las dos poblaciones.
Además, afirmó que seguirá en Colombia y que espera que el nuevo gobierno mantenga vigente la política migratoria del saliente presidente Iván Duque y que, con la apertura de la frontera, se minimicen los hechos de violencia y narcotráfico que se presentan en esta zona.
Battistini también aseguró que espera que el gobierno de Gustavo Petro apoye a quienes quieren que se restablezca la democracia en Venezuela, abriendo un canal de comunicación con la resistencia democrática que busca un cambio pacífico en Venezuela y que comprenda que “entenderse con Maduro no es entenderse con la mayoría de nosotros”.
En la entrevista también afirmó que espera que el nuevo gobierno tenga una relación de respeto y comunicación con la mayoría de los venezolanos en su proceso democrático de 2024.
Battistini también añadió que si bien se nombrará un cuerpo diplomático de los dos países para restablecer las relaciones, él no se irá de Colombia y continuará defendiendo el derecho de los venezolanos, representando a la Asamblea Nacional Legítima y al gobierno interino de su país.
Finalmente, aseguró que Colombia desempeñará un papel importante para reanudar los diálogos de su país con el Gobierno mexicano, siendo garante de comunicación entre ambas naciones.
Enemigos de Nicolás Maduro huyen de Colombia por temor ante llegada de Petro al poder
Decenas de figuras de la oposición venezolana, que convirtieron a Colombia en su sede no oficial en los últimos años, dicen que la elección de Gustavo Petro como el primer presidente izquierdista de Colombia los pone en riesgo y planean irse del país.
Activistas, líderes de partidos, exoficiales y desertores militares están haciendo el movimiento, según siete personas con conocimiento de los planes. De acuerdo con una publicación de Bloomberg, temen ser acosados, espiados o incluso secuestrados. Petro asume el cargo el próximo 7 de agosto y reemplazará a Iván Duque, un abierto opositor de Nicolás Maduro.
“Me siento muy inseguro en Colombia en este momento”, dijo en una entrevista Pablo Parada, de 32 años, exlíder estudiantil y preso político. “Los vínculos de Maduro con el presidente entrante no son un secreto. Estamos seguros de que el Gobierno de Venezuela querrá la entrega de miembros de la resistencia y militares. Somos una amenaza”.
En una entrevista reciente con el periódico El País, Petro dijo que los activistas y periodistas venezolanos en Colombia no enfrentarían la extradición bajo su mandato, pero sus planes más amplios para ellos no están claros.
Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio Venezolano de la Universidad del Rosario en Bogotá, dijo a Bloomberg que la oposición ha tenido acceso directo a los niveles más altos del Gobierno, ayudando a dar forma a la política hacia Venezuela. Eso cambiará con Petro quien –dice– debe tomar medidas para proteger a los venezolanos perseguidos.
La figura más destacada de la oposición venezolana que busca opciones de salida es el expresidente de la Asamblea Nacional Julio Borges, de 52 años, quien fundó el Partido Primero la Justicia y ha estado en Bogotá durante más de cuatro años.
El Gobierno de Caracas emitió una orden de arresto contra él, acusándolo de ser el autor intelectual de un ataque con drones explosivos contra Maduro. Otro diputado opositor acusado con él, Juan Requesens, se encuentra bajo arresto domiciliario en Caracas.