“¿Quién le va a ayudar a cuidar al bebé cuándo nazca?”, es una de las frases que más se escucha cuando se anuncia a la sociedad la llegada de un nuevo ser humano al hogar. Prácticamente, después del abrazo de felicitación, llega esa pregunta que genera una sensación de angustia a los padres- Aunque ellos disimulan el sentimiento en una sonrisa, en realidad un corrientazo recorre su cuerpo de solo pensar quién estará a cargo de lo más valioso y frágil que la vida le ha dado.
No todas las familias cuentan con una red de apoyo cercana como abuelos, tíos o amigos de confianza, “y en realidad es que no es obligación de ellos ayudarlos a criar y tienen su propio rol que es el jugar y mimarlos cuando estén de visita “, dice Ana Pinzón, una ingeniera civil que el 10 de julio vio nacer a su pequeña hija en una clínica de Bogotá.
Ana, desde el sexto mes de embarazo, empezó a realizar estudios de seguridad para contratar a una niñera o nana. Revisó varias hojas de vida de mujeres que decían tener experiencia con niños. La qué más le gustó decía contar con cursos en primeros auxilios, psicopedagogía y estimulación temprana, por lo que el salario que pedía estaba por encima del promedio. Cuando la pequeña nació, ahí estaba la super nana apoyando a los nuevos papás.
“Nos enseñó a bañarla, era dulce con la niña. Incluso tenía unos detalles muy lindos con nosotros. Un día recuerdo que me preparó unos jugos para que me bajara más leche y a mi esposo le daba tips de crianza”, recuerda la ingeniera, que define esa etapa como la época de anzuelo para conquistar la carnada.
Fue presa fácil de delincuentes. Justo cuando la niña cumplió los dos meses y debían salir de casa para ponerle sus primeras vacunas, ladrones entraron a su vivienda y le robaron tres televisores, dos ipad, ocho millones de pesos en efectivo, joyas y dos máquinas para hacer ejercicio. Ana cuenta que la chapa no fue forzada. Con las averiguaciones que realizó contratando a detectives privados se dieron cuenta de que la nana había suministrado toda la información a una banda de apartamentos a la que pertenecía.
Los investigadores que estuvieron a cargo del caso revelan que son varias las familias que llegan buscando su ayuda al considerarse víctimas de ladrones que buscan la fachada de niñeras para luego chantajear a sus víctimas con facilidad. Las intimidan cuando quieren denunciar ante las autoridades, les advierten que tiene la sartén por el mango, tienen las rutinas de sus hijos, lugares en los que se hacen los controles médicos, datos de registro civil y la información más íntima que pondría en riesgo a lo más preciado.
No todas las “niñeras” que se dedican a delinquir les apuestan a robos millonarios, por el contrario, una de las modalidades más rentables se da a cuenta gotas. Gloria tuvo gemelos hace año y medio, la noticia llenó de alegría a su grupo social, por lo que sus bebés recibieron muchos regalos, la nana vio tantos que pensaba que no estaban cuantificados, pero en realidad Gloria tenía una hoja de excel con el listado completo para evitar que los niños no disfrutasen de todos los detalles y sobre todo la ropa no se le quedara sin estrenar.
La sorpresa que se llevó es que mucha de esas prendas y juguetes se desaparecían de su casa, pero no solo estaba pasando con los regalos, sino con los pañales, la leche, los artículos de aseo que compraba al por mayor. Inmediatamente, sospechó que algo estaba pasando con la nana, porque nadie más tenía acceso a las cosas de los bebés. Junto con el esposo decidieron seguir a quien se había ganado su confianza, descubrieron que ella vendía los productos en un almacén para bebés ubicado en el sur de Bogotá. Dos hermanas y una prima se dedicaban a hacer exactamente lo mismo, a surtir el negocio a costillas de otros. Al ser confrontada, la mujer amenazó con tomar represalias contra los bebés si denunciaban.
La pérdida de las cosas materiales en realidad parece insignificante cuando lo que roban es la inocencia de los pequeños. En noviembre del 2023, la Policía Metropolitana de Bogotá capturó a un hombre de nacionalidad venezolana, quien abusaba sexualmente de una menor de 5 años, con la complicidad de su esposa, quien conseguía trabajo de niñera para satisfacerlo a él con los deseos más bajos y miserables. Cada vez que los padres de la niña se iban a trabajar, ella llevaba a la menor al parque y le facilitaba a su pareja el encuentro con la menor.
Luego de conocer esta y tantas otras historias similares, se entiende por qué razón la pregunta de “¿Quién le va a ayudar a cuidar al bebé cuándo nazca?”, que pareciera una más para entablar conversación resulta tan trascendental para los padres que saben que prácticamente entregan su vida a particulares.