El nombre del representante a la Cámara por Guaviare Jaime Alonso Vásquez, y quien pertenece a la disciplina del Partido de La U, no les suena mucho a la mayoría de los colombianos. Sin embargo hace pocas semanas el país lo conoció en medio de un bochornoso escándalo, cuando se revelaron los nombres de varios congresistas que quisieron celebrarle el cumpleaños a su colega -caído en desgracia- Álvaro Pacheco, detenido en la cárcel La Picota por presuntos vínculos con paramilitares. Aún cuando fue el propio Inpec quien encendió las alarmas por la visita ‘indecente’ de Vásquez y sus socios de curul, él y sus compañeros negaron el asunto y dijeron en varios medios de comunicación que la visita no fue posible y que no ingresaron al pabellón de la parapolítica donde se encuentra Pacheco. El escándalo no pasó de un día y muchos se olvidaron del asunto. No lo hizo sin embargo, el abogado Saúl Villar quien decidió demandar ante el Consejo de Estado la investidura del congresista por considerar que se aprovechó de su influencia política para ingresar de forma, presuntamente ilegal a La Picota. Villar es uno de los abogados que mayores demandas de investidura ha presentado en ese alto tribunal. El jurista aseguró que el congresista habría incurrido en la causal de tráfico de influencias, utilizando su investidura para poder entrar a la cárcel en días no permitidos y, peor aún, que la autoridad penitenciaria consintió su ingreso. Villar aportó una serie de pruebas entre ellas los registros de prensa que registraron el asunto. Ahora falta esperar a que los magistrados acepten o no de la demanda. Todo depende de la calidad de las evidencias aportadas.