El hecho de que la exfiscal de Venezuela, Luisa Ortega Díaz haya huido desde la península de Paraguaná frente a La Guajira, en una lancha rápida y conseguido llegar a Colombia en un vuelo chárter desde Aruba, acompañada de su esposo el diputado Germán Ferrer y dos colaboradoras, refleja la situación por la que se atraviesa en ese país. En contexto: La increíble fuga de la exfiscal Luisa Ortega a ColombiaMaduro y la asamblea constituyente, previamente ya los habían condenado. No importa el delito, eso es lo de menos. Se trata simplemente de una persecución política que podría tener un incierto y peligroso epílogo. Todos saben que la todopoderosa asamblea, se asemeja a los tribunales de la Santa Inquisición, que sumariamente y sin apelación posible, enviaban a la hoguera a los que eran acusados de “herejes” y a las mujeres que consideraba “brujas”. Curiosamente Maduro ya le ha dado ese calificativo a la fiscal. Luisa Ortega en un audio difundido en una reunión de procuradores y fiscales latinoamericanos en México señaló que el presidente de Venezuela y su entorno, estaban involucrados en el escándalo de corrupción de Odebrecht. Era lo único que faltaba, luego de que familiares del mandatario fueron capturados hace algunos días en los Estados Unidos por estar involucrados en el tráfico de cocaína. La rocambolesca huida de la señora Ortega y de su esposo, unida a la entrada de 2000 venezolanos diariamente a territorio colombiano, hace recordar los tiempos de la guerra fría en Alemania del Este y del Muro de Berlín, cuando millares de alemanes trataban de llegar afanosamente a occidente, incluso a costa de sus propias vidas. No simplemente para huir de la represión, sino para tener una mejor vida.Puede leer: El documento del viaje de la exfiscal de VenezuelaNo se sabe si la señora Ortega solicitará asilo o refugio en territorio colombiano. De todas maneras, nuestro país ha sido el lugar escogido por muchos opositores venezolanos a lo largo de la historia, para eludir la persecución de las dictaduras que frecuentemente han detentando el poder en Venezuela. Incluso Pedro Carmona, que durante cuarenta y ocho horas fugazmente fue presidente en el 2002, a raíz del frustrado golpe contra Hugo Chávez, se encuentra desde entonces en Colombia y ejerce la docencia en una universidad en Bogotá. Sin embargo, este hecho en nada modifica la situación interna en Venezuela: los militares siguen siendo el sostén del régimen y la asamblea constituyente seguirá haciendo lo que Maduro y sus amigos quieran, mientras que la oposición fragmentada se apresta para las elecciones de fin de año. Naturalmente que este hecho será también una oportunidad adicional para que Maduro use otros apelativos contra Santos, aunque la verdad es que prácticamente ha agotado el léxico.*Excanciller de Colombia.