SEMANA conoció los detalles de una denuncia contra la directora de Finanzas Criminales de la Fiscalía, Luz Ángela Bahamón, que revelan la forma en que, según un fiscal, trató de manipular u orientar un proceso por lavado de activos que se adelantaba contra una conocida empresa comercializadora de oro, proceso que fue anulado en dos oportunidades y por dos jueces.

Un audio y declaraciones de funcionarios de la propia Fiscalía advierten de qué manera la directora Bahamón incurrió en varias intromisiones no legales y en los procesos que adelantaban los fiscales a su cargo en la Unidad de Lavado de Activos. Esas pruebas fueron sumadas a tres denuncias que, según un fiscal, se quedaron en los anaqueles de la misma Fiscalía, la Procuraduría y la Sala de Disciplina Judicial.

De las tres entidades, al inicio del proceso, era la Procuraduría la que avanzó con el acelerador a fondo. Citaron a declarar a las personas implicadas, denunciantes y denunciados, testigos y ordenaron la obtención de pruebas, pero después de varios meses el caso se quedó rezagado frente a otras actuaciones.

Ahora, y a través de un documento, los denunciantes advierten que no solo el proceso dejó de interesar al Ministerio Público, sino que tienen información de cómo estarían “controlando” y buscando el archivo de las diligencias para beneficiar a las denunciadas, la directora Bahamón y su coordinadora de Policía Judicial.

“La primera vez que nos enteramos de tal comentario no se le prestó atención, pero teniendo en cuenta la envergadura de la queja presentada y de los distintos testimonios recibidos y de las pruebas allegadas, al escuchar por segunda vez la misma historia, realizando tal afirmación del control y archivo del proceso, están plenamente seguros del resultado del mismo”, señala el documento que fue radicado en la Procuraduría.

Los denunciantes dejaron como constancia el documento en la Procuraduría para advertir la información que tienen y que, según ellos, condena al entierro la investigación que parece tan evidente a partir de las pruebas consignadas y las declaraciones de los mismos funcionarios de la Fiscalía.

Pero esa denuncia por la supuesta intromisión o presión de la directora Bahamón contra los fiscales a su cargo, no es la única que existe en su contra. En la misma Fiscalía hay otras dos denuncias que detallan hechos irregulares a cargo de la funcionaria y nuevamente por presiones a funcionarios en procesos de lavado de activos y extinción de dominio.

Un caso en particular, que deja mal acomodada a la directiva de la Fiscalía, está relacionado con las presuntas irregularidades en el proceso conocido como Supercundi, la extinción de dominio a los supermercados que, de acuerdo con la investigación, sirvieron como fuente de lavado de activos para la extinta guerrilla de las Farc.

“Ella siguió mintiéndole a los jueces de garantías junto a dos personas del DAS, una de ellas Luz Enith Arenas, que parece ser una funcionaria con la que ella confabula para cometer estas vías de hecho y montar procesos judiciales. Lo monta con mentiras y se queda con esa investigación y en el año 2009 un juez de garantías dice ojo porque allí hay algunas irregularidades”, advirtieron los denunciantes del caso Supercundi.

Las denuncias fueron remitidas al propio fiscal Francisco Barbosa y, en diferentes oportunidades, se le ha preguntado por estos hechos materia de investigación. El jefe del ente acusador aseguró que hace parte de un proceso interno en verificación.

El problema, según los denunciantes, es que se anticipa el archivo de las investigaciones, a pesar de las evidencias que, incluso, fueron advertidas por jueces al momento de anular los procesos por serias irregularidades en las actuaciones de la Fiscalía.