La inseguridad sigue azotando a los habitantes de Bogotá. Esta semana, a través de redes sociales, fue denunciado un nuevo caso de un presunto paseo millonario registrado en el barrio Cedritos, en la localidad de Usaquén, al norte de la ciudad.
En un video difundido en redes sociales, se observa como un hombre que se encontraba en su carro de alta gama es sorprendido por tres sujetos en una miniván blanca, quienes rápidamente se bajan del vehículo y lo amenazan con armas de fuego.
Luego de quitarlo del volante, los sujetos toman el mando del automóvil y, tras aproximadamente 30 segundos, huyen con rumbo desconocido. Segundos antes, la miniván también se retiró a toda velocidad del lugar.
Sobre el hecho aún no se conoce un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades.
Duro flagelo
Los paseos millonarios son una cruda realidad en la capital. De hecho, días atrás, se conoció un caso similar en el que otra pareja también fue intimidada por sujetos que los interceptaron cuando abordaron un taxi.
De acuerdo con el relato de las víctimas, todo inició en la zona T de la capital del país, cuando ella y su novio, al salir de un supermercado de cadena, decidieron tomar un taxi en la calle. “Yo estaba con mi novio y fuimos al Oxxo a comprar unas cervezas y algo de comer para llevarlos al Airbnb donde nos estamos quedando cerca al aeropuerto. Tratamos de tomar un Uber, pero no nos aceptaban, entonces decidimos tomar un taxi. Mi novio sí lo dudó, pero yo fui la que no dudé, y en ese momento venía un taxi y lo cogimos”, dice la mujer.
Los detalles de lo que sucedió más adelante son desgarradores. “Llegamos a un semáforo, la vía estaba sola, no había ningún otro carro. De un momento a otro, se subieron dos hombres y se montaron cada uno de una puerta. Primero nos agacharon la cabeza y nos empezaron a golpear”.
Los ladrones empezaron a pedirles a ella y a su novio todas las pertenencias que llevaban en el bolso y, como era de esperarse, también les quitaron las tarjetas bancarias. Ahí llegó la zozobra por las amenazas de muerte.
“Me sacaron todo del bolso: el celular, las tarjetas, aunque en mis tarjetas, gracias a Dios, yo no tenía mucho dinero, pero nos empezaron a decir que si no les dábamos plata, nos iban a matar. A mi novio, en su otra cuenta, en la única tarjeta que él llevaba, le tocó enviarles 2.000 euros, pero ellos querían más; sin embargo, como los bancos internacionales tienen límites, les envió 3.000 euros, ellos retiraron ese dinero, pero querían más, por lo que después se les envió 800 euros más”, contó la mujer.
La angustia continuó por varios minutos más. “Nos empezaron a decir que nos iban a llevar hasta el aeropuerto. Todo el tiempo hubo una persona en una moto, quien era el que estaba retirando el dinero en las tarjetas, y ellos (quienes iban en el taxi) lo llamaban para preguntarle cómo iba lo que, al parecer, era otra situación con otra persona en otro taxi”.
Después de varios minutos rodando por Bogotá, el taxi llegó hasta Soacha. En un control del personal adscrito al Modelo de Servicio de Policía de la Metropolitana de Soacha, los uniformados se dieron cuenta de que algo extraño estaba pasando y lograron actuar a tiempo.