Una de los deportes extremos más comunes para los turistas en Villa de Leyva (Boyacá) es montar en cuatrimotos. Esta actividad se ha convertido en un atractivo para los visitantes que se cuentan en miles cada semana.

Villa de Leyva es una de las ciudades más atractivas para muchos turistas colombianos y extranjeros que son atraídos no solo por la arquitectura colonial del municipio, sino por este tipo de actividades al aire libre. El municipio fue declarado patrimonio histórico y turístico por la Unesco.

Sin embargo, los habitantes de la vereda de Sopotá no aguantan más el ruido y la polvareda que levantan las cuatrimotos en una pista cercana a ese lugar. Y lo que es peor, denuncian que, según el Plan de Ordenamiento Territorial del municipio, esa actividad no estaría permitida en ese sector, tras haber sido declarada área protegida, por lo que también se estaría afectando el medio ambiente.

Según denuncia Javier Socha, habitante de esa vereda, en este sector los suelos son erosionados, por lo que deben ser protegidos y restaurados, pero este deporte los estaría afectando. Señala que las cuatrimotos son una actividad recreativa que por sus características estaría prohibida en la zona.

Socha responsabiliza al alcalde de Villa de Leyva, Javier Castellanos, diciendo que ha permitido este tipo de actividades.

Se trata de tres pistas que tienen la extensión de unas 70 fanegadas. “Tenemos que aburrirnos todos los días entre semana y sobre todo fines de semana por el ruido, el polvero”, dice Socha.

Señalan que ya han conversado con Corpoboyacá para hacer las respectivas denuncias, pero que allí tampoco han sido escuchados. Y que el antiguo presidente de la junta de esa vereda es el dueño de la pista más grande del lugar. Además, están alerta porque han escuchado que llegaría una cuarta pista adicional.

Según cifras de la misma administración distrital, en solo un fin de semana festivo se movilizan unas 1.500 personas que realizan esta actividad, que puede costar entre 60.000 y 80.000 pesos la hora, por lo que solo en puentes festivos se lograrían recaudar más de mil millones de pesos. La entrada a la pista tiene un costo adicional y este sería parte del recaudo de quienes alquilan el lugar.

Además, esta actividad no dejaría tributación para el municipio, dicen. Sin embargo, desde la Alcaldía responden que estas empresas tienen que pagar distintos registros turísticos, entre ellos el pago de impuestos que van para la administración local.

Vereda Sopotá, Villa de Leyva. | Foto: CORTESÍA

Asimismo, dicen que desde la Alcaldía se buscaría cambiar la regulación del suelo en este lugar en el próximo POT.

Las quejas han llegado hasta el Concejo de Villa de Leyva, por lo que algunos de los concejales ya le ponen el ojo a la situación y esperan debatirla pronto en esa corporación. A esas denuncias se han sumado la de veedores ambientales.

Los ciudadanos piden que la actividad no se cancele, porque reconocen que actualmente es un atractivo turístico del municipio, pero señalan que debería realizarse en otros sitios donde sea permitido.

Del otro lado, los dueños de las empresas turísticas, de las cuatrimotos y de los terrenos se amparan en el derecho a trabajo y que gracias a esta actividad han podido encontrar un sustento para ellos y sus familias.

SEMANA se comunicó con el alcalde Javier Castellanos, quien dio su versión sobre las denuncias de los ciudadanos de la vereda.

“Es una actividad que genera un gran atractivo turístico, es una gran industria, con muchos jóvenes, muchas personas que han hecho sus empresas, han comprado sus equipos, hacen consumo de combustible, mantenimiento”, dijo.

Cuatrimotos en Villa de Leyva. | Foto: CORTESÍA

Comentó que antes de su llegada a la Alcaldía en 2020, esta actividad se realizaba en las vías terciarias de las veredas Monquirá, Sopotá y Ruitoque. “Recibimos varios derechos de petición donde las comunidades nos decían que las cuatrimotos estaban afectando la tranquilidad, se estrellaban constantemente con los caballos, con las personas que transitaban con sus vehículos en la vereda, dañaban las cercas, causaban varios accidentes”, afirmó el alcalde Castellanos.

Menciona que en medio de la pandemia, gracias a una resolución del Ministerio de Transporte, se volvió obligatorio que tengan revisión tecnicomecánica y Soat y eso generó el cambio. “Varios presentaron una dificultad, por lo que se logró consensuar que se hiciera en predios privados, teniendo en cuenta que la resolución del Ministerio de Transporte así lo permite”.

Dice que se les dio una autorización temporal a estas empresas para operar de esa forma, pero reconoce que se ha generado una nueva queja de parte de estas comunidades y que eso se ha reportado a la corporación ambiental. “Se les ha requerido para que presenten sus permisos, podamos adelantar los trámites y solucionemos los inconvenientes”, afirmó el mandatario local.

En el caso del uso del suelo, que según los ciudadanos no estaría permitido, el alcalde dijo que es “relativo” porque si bien pueden pasar por las vías terciarias, también se puede utilizar en áreas privadas, aunque reconoce que son necesarios los permisos para realizar una actividad comercial.

El alcalde menciona que el problema ha sido que las comunidades no quieren tener cerca a las cuatrimotos, por lo que siempre la comunidad estará inconforme. “Nadie las quiere, pero es una actividad que la gente turísticamente las busca, es una actividad que ha caracterizado al municipio”, señaló.

Se propone lograr concertaciones con el fin de que todos los actores de la comunidad puedan quedar conformes.

Y reconoce que en el nuevo POT podría haber cambios en el uso del suelo. “Puede darse que también el uso del suelo cambie o se pueda dar otro uso a ese sector, no sé. Todo es de conversar, de dialogar. El derecho a las cuatrimotos, y el derecho de los ciudadanos a un ambiente sano, todo se puede concertar”, dijo.