Juan Carlos Ángel Cáceres Bayona, dueño de la firma Novotics y uno de los involucrados en el sonado escándalo de Centros Poblados con el Ministerio TIC, decidió colaborar con la justicia y destapó sus cartas en un testimonio que le brindó a la Fiscalía General de la Nación, conocido en exclusiva por SEMANA.
En un interrogatorio que inició sobre las 9:00 de la mañana y terminó casi 12 horas después, contó al detalle los movimientos que hicieron él y sus socios en el marco del contrato que les fue adjudicado por el Ministerio para llevarles internet a los niños de las escuelas más apartadas del país.
El anticipo del contrato con Centros Poblados fue por 70.000 millones de pesos, cifra que ha ocupado la primera plana de la opinión pública en las últimas semanas y que le costó el cargo a Karen Abudinen, que comandaba el MinTIC.
En su relato, Cáceres no solo habló sobre las jugadas que hizo Emilio Tapia, el verdadero dueño del contrato de Centros Poblados y quien había sido condenado años atrás por el carrusel de la contratación en la capital colombiana, sino del derroche del dinero que fue entregado como anticipo.
Afirmó a la Fiscalía que los 70.000 millones de pesos del anticipo, que tenían que haberse destinado única y exclusivamente a la compra de los equipos para llevarles internet a los niños más humildes de Colombia, terminaron siendo malversados y manejados como plata de bolsillo. Con ese dinero se compraron carros, apartamentos, se hicieron préstamos familiares y además Tapia dio órdenes de consignaciones a cuentas por fuera del país, concretamente a Dubái.
“Quiero aclarar sobre giros que realicé a personas o empresas que no son proveedores. Quiero aclarar que yo le realicé dos préstamos a una familia, que son esposos, por 503.000 dólares, los cuales yo lo hice por un tema personal, pero ellos ya van a devolver el dinero. Quiero aclarar que también tomé 1.342.000 dólares para comprar un apartamento a nombre mío, pero ya solicité la devolución de ese dinero. Me giré 75.000 dólares por un tema personal”, confesó Cáceres.
Tras esa confesión, se vino una seguidilla de montos de dinero que fueron repartidos como si fuera plata de bolsillo. Hubo un giro que recibió Shirley García, esposa de Cáceres, por 147.595.000 pesos de la firma Inselsa, una de las proveedoras; la Fiscalía le preguntó sobre ese movimiento. “Eso ahí debe haber una factura de por lo menos cinco o siete camionetas, no sé cuántas camionetas tenía alquiladas mi esposa, y no sé cuánto tiempo le debían del alquiler de las camionetas”, fue lo que Cáceres respondió.
La suma que tanta indignación ha causado entre los colombianos también sirvió para comprar un vehículo de alta gama que “necesitaba” uno de los involucrados en el contrato. “Quiero dejar constancia que Robert Gómez en esos días necesitaba un dinero porque no tenía carro y yo le dije al gerente de Inselsa que le diera un préstamo a Robert de 200 millones de pesos y que yo los iba a descontar de la plata que yo había conseguido”.
En el interrogatorio el hombre entregó cifras y documentos a las autoridades, donde detallaba cómo fue manejado el dinero del anticipo del contrato que terminó en cuentas suministradas por Tapia. “Como él representaba a las constructoras y esas eran socias del negocio, por eso le giré ese dinero”, dijo.
Los movimientos, según su testimonio, habrían sido los siguientes: A Safe Cargo Internacional le giró 120.000 dólares; a Cimexp FZ-LLC fueron a parar 73.000 dólares. “Sobre esta quiero decir que él me recalcó varias veces que no había llegado a su destino, que era Dubái, yo tenía que ir al banco a revisar esa transferencia, eso me lo dijo hace poco, yo no alcancé a ir al banco a verificar eso”, aseguró Cáceres. Otra de las transacciones fue a Juan Sebastián Ulloa por 30.000 dólares.
La plata también cayó en manos de otras empresas, por órdenes de Tapia. “2wings Aircraft, por 150.000 dólares; OLT Logistic, por 300.000 dólares. Quiero aclarar que cuando yo hice estos giros a estas compañías que él me dio, yo le dije a Emilio que estas empresas no tuvieran problemas, porque yo era el que estaba girando ese dinero en Estados Unidos. Y él me dijo: esas compañías no tienen problemas. Esos giros los hice el 12 de mayo de 2021 y el 14 de mayo de 2021. Y Marcell Felipe Attomeys, por 50.000 dólares; quiero aclarar que de esta persona no tengo comprobante”, sostuvo Cáceres.