Las autoridades de Ocaña, Norte de Santander, lograron este jueves frustrar un atentado terrorista en el barrio Bermejal, donde estructuras armadas dejaron una carga explosiva en plena vía pública.
En ese sector, miembros del Ejército y la Policía Nacional atendieron el llamado de la ciudadanía que reportó cables abandonados cerca al casco urbano. Al llegar el grupo antiexplosivos detonaron la carga de manera controlada.
El coronel Juan Carlos Niño, comandante de la Fuerza de Despliegue Rápido Número 3, aseguró que “rste artefacto explosivo estaba compuesto por aproximadamente un kilogramo de explosivo, junto con metralla. Esto, al parecer, fue instalado por el ELN”.
“Desde hace dos días estaba eso ahí, llamados, avisamos y nada paso, nadie vino. Hoy llegaron los del ejército y gracias a dios lo desactivaron de manera controlada, siente uno miedo ahora con todo lo que está pasando”, dijo un ciudadano.
En Ocaña han aparecido letreros de las disidencias de las FARC, ELN y EPL en algunas fachadas de las casas. Incluso, el pasado domingo una granada de fragmentación fue lanzada en la zona comercial del sector El Martinete causando daños materiales y ocasionó la muerte de una persona.
Hace tres días también se presentó una situación similar en zona rural de Cúcuta, donde fue abandonado un artefacto explosivo, lo que generó el cierre por varias horas de una importante vía.
En el lugar también fue dejado un pasacalle con mensajes alusivos a ese grupo armado. “Atendimos una inquietud de los ciudadanos de ese sector, donde denunciaron que instalaron un cilindro que tenía al parecer una pancarta del ELN, en este momento estamos atendiendo la situación con todos los protocolos para hacer la detonación controlada en caso de que el elemento contenga carga explosiva”, dijo en su momento el comandante de la Policía de Cúcuta, general Óscar Moreno.
Hasta el puente donde está el presunto cilindro bomba llegó un grupo de militares antiexplosivos, así como de Policía, para desactivar la posible carga explosiva de este objeto. Esta parte de la zona rural de Cúcuta es una de las más convulsionadas, pues ahí se libra una guerra entre ELN y las Autodenfesas Gaitanistas de Colombia por el control del narcotráfico, extorsiones y paso de contrabando.
Investigación a militares
Por otro lado, también en Cúcuta, como SEMANA había anticipado, la Procuraduría General de la Nación formuló pliego de cargos y citó a juicio disciplinario a siete militares del Ejército Nacional, por la presunta omisión en la aplicación de los protocolos de seguridad al interior del cantón San Jorge el 15 de junio pasado, cuando fue activado un carro bomba al interior de esa instalación militar.
La decisión disciplinaria cobija al comandante de la Brigada 30 del Ejército Nacional con sede en Cúcuta para la época de los hechos, coronel Ilvar Orlando González Villamil, a otros tres oficiales y tres suboficiales: el jefe de Estado Mayor Conjunto y segundo comandante de la Brigada 30, coronel Pedro María Vega Losada; el comandante del Batallón de Apoyo y Servicios de Cúcuta, teniente coronel Carlos Andrés Sarmiento Gutiérrez, y el oficial de operaciones de esa misma unidad, mayor César Alexander Carrero Salcedo.
También fueron llamados el comandante de guardia en la fecha del atentado, sargento viceprimero Luis Eduardo Espejo López; el suboficial de administración, sargento segundo Mario Andrés López Roque, y el cabo segundo Óscar Leonel Pava Caviedes, quien prestaba su servicio en la entrada principal del cantón San Jorge el día de los hechos.