En las últimas horas fue capturado un sujeto que se hacía pasar como el comandante Martínez. De acuerdo con la investigación del Gaula de la Policía, este personaje, atemorizaba a sus víctimas mediante mensajes de WhatsApp y, no satisfecho con ello, cuando iba a que le entregaran el dinero que cobraba como extorsión terminaba abrazando a sus víctimas como si se tratara de un familiar cercano.

“Alias ‘Comandante Martínez’, así se identificaba ante sus víctimas la persona capturada por el Gaula de la Policía en Barranquilla, quien venía extorsionando a una mujer de 60 años de edad, amenazándola de muerte a ella y su familia si se negaba a pagar”, indicó el coronel Jaime Ríos, jefe de investigación del Gaula de la Policía.

Agregó que “cinco millones de pesos como cuota inicial y 50 mil pesos semanales, hacen parte de la extorsión impuesta por el grupo criminal ‘Los Costeños’ a una trabajadora independiente, a quien mediante mensajes de texto le manifestaron que tenía que acceder a pagar las exigencias económicas o le lanzarían un artefacto explosivo a su lugar de residencia”.

Tras la denuncia interpuesta por los familiares de la mujer, la Policía llegó hasta el barrio Manantial donde había sido citada la víctima para entregar un millón de pesos como adelanto de la exigencia realizada; lugar hasta donde también llegaron los investigadores capturando en flagrancia al presunto extorsionista, quien luego de recibir el dinero, para no despertar sospecha, abrazó a su víctima para despedirse. El capturado fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación por el delito de extorsión.

Este caso se suma al reciente entregado por el Gaula, en el que fue desarticulada una red de extorsión conformada en su mayoría por mujeres.

Según el Gaula, luego de recibir más de 130 denuncias por parte de ciudadanos de los departamentos de Atlántico, Bolívar, Boyacá, Cundinamarca, Bogotá, Casanare, Caquetá, Huila, Nariño, Norte de Santander, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, donde indicaban que fueron víctimas de llamadas extorsivas mediante las modalidades ‘Tío, Tía’, ‘Falsa Encomienda’ y Sextorsión, obligándolos a pagar entre 500 mil y 100 millones de pesos.

“Tras 14 meses de investigación, los uniformados lograron establecer que este grupo delincuencial estaba conformado por cinco mujeres, entre las que se encontraba alias ‘Luna’, quien realizaba las coordinaciones con personas recluidas en un centro penitenciario de Bogotá, para generar las llamadas extorsivas; además, conseguía cédulas falsas para cobrar en diferentes empresas de giro el dinero producto de las extorsiones”, indicó el Gaula.

Sobre las capturas, señaló la autoridad que fueron detenidas alias ‘Luna’, y otras cuatro personas conocidas en el mundo criminal como ‘La Ruka’, ‘Pocahontas’, ‘La Mona’, y ‘La Calentana’, se presentaron en Bogotá y los municipios de Sibaté y Girardot en Cundinamarca.

Producto de sus actividades delictivas recaudaban un promedio de 40 millones de pesos mensuales.

Las capturadas fueron puestas a disposición de la Fiscalía General de la Nación y cobijadas con medida de aseguramiento por los delitos de concierto para delinquir y extorsión agravada. En otra acción de la Policía, en Barranquilla, el Gaula realizó un operativo contra el grupo delincuencial ‘Los del PA’, por los delitos de concierto para delinquir agravado, extorsión, homicidio y tráfico fabricación o porte de estupefacientes.

La denuncia interpuesta por más de 10 víctimas de este grupo delincuencial, permitió conocer que comerciantes de los barrios La Pradera, Los Olivos, El Pueblito, El Golfo y El Bosque en la ciudad de Barranquilla eran obligados a pagar cuotas extorsivas a cambio de no ser objeto de atentados contra su vida o la de sus familias.

Según las versiones de los afectados, los delincuentes llegaban hasta sus locales de comercio para entregarles panfletos amenazantes; de igual manera, les hacían entrega de celulares donde el supuesto jefe de la organización los amenazaba con atentar en su contra, si no pagaban una supuesta inscripción de entre 2 y 5 millones de pesos.

Una vez los comerciantes accedían a las pretensiones de los criminales, también eran obligados a pagar extorsiones semanalmente, a través de cuotas que oscilaban entre los 100 y 500 mil pesos, a cambio de no recibir atentados en su contra.