Las declaraciones y los videos que obtuvo el Cuerpo Técnico de Investigaciones en la seccional de fiscalías en Bogotá fueron contundentes para demostrar la presunta responsabilidad de cinco policías en el asesinato de Juan Pablo González, el presunto abusador de Hilary. Al explicar las imágenes, la Fiscalía se extrañó de la “amistad” y amabilidad entre los asesinos y los uniformados ahora capturados.
Los videos nacen de las cámaras de seguridad que están en las celdas de la URI Puente Aranda, en el centro de Bogotá. Las imágenes fueron expuestas en la solicitud de medida de aseguramiento que hizo la Fiscalía en contra de los cinco policías señalados de permitir el asesinato de Juan Pablo en este transitorio centro de reclusión.
El fiscal del caso expuso 25 videos de seguridad con el minuto a minuto de la víctima en las celdas de la URI, desde que llegó hasta que fue asesinado en medio de una “golpiza” que arrancó en los baños y terminó en la celda número cuatro, a manos de otros privados de la libertad que lo condenaron a muerte, mediante tortura.
“Igualmente, en el informe hace un análisis de toda la situación que se encuentra después de la fractura. El examen interno en el cuerpo de la víctima, donde sin necesidad avanzar en detalle, con los elementos se puede observar y pueden leerlo, la clase de lesión, la dimensión de los traumas hallados luego de esas agresiones en el cuerpo de Juan Pablo González”, dijo el fiscal.
Los videos muestran cómo llegó Juan Pablo a las celdas, en compañía de los policías, y minutos después fue llevado por dos hombres hasta el baño, en presencia de los uniformados y, lo peor, con su permiso. En ese baño estuvo por más de 10 minutos, según un testigo, mientras era sometido a un brutal ataque que se acompañaba de insultos y amenazas.
“No provocaron una alerta ni una comunicación para convocar la presencia de otros servidores públicos para controlar la situación. Ni intervinieron, no se opusieron, no manifestaron lo que estaba ocurriendo; al contrario, fueron permisivos, se comportaron de manera distinta a su cargo, a su función de garantes”, dijo el fiscal.
En otro video se observa cómo Juan Pablo sale del baño, en los brazos de sus asesinos, pues no puede sostenerse. Estaba en el preámbulo de su muerte y así lo dejaron en evidencia las cámaras de seguridad que además registran cómo los policías, encargados de la seguridad, se comportan como meros espectadores.
“El análisis al que llega el médico forense es el siguiente: se trata de un hombre adulto de 42 años hallado muerto en las celdas de detención de la URI de Puente Aranda y fue hallado muerto en la celda, no hay registro de las circunstancias exactas de los hechos y en la necropsia se evidencian signos de trauma contundentes múltiples dispersos en todo el cuerpo”, advierte la intervención de la Fiscalía.
Minutos después se observa cómo los asesinos de Juan Pablo salen de la celda, donde dejaron su cuerpo en el suelo, y conversan con los policías en evidente amabilidad, incluso se abrazan. Los videos fueron analizados por el fiscal y explicados en las audiencias de medida de aseguramiento.
Las imágenes junto con las declaraciones ahora se convierten en la evidencia que quiso destacar la Fiscalía para insistir a un juez en la necesidad de mantener privados de la libertad a los cinco policías capturados como responsables, en grado de coautores, en el asesinato de Juan Pablo González.