SEMANA: ¿Qué significado tiene, para usted, el comunicado del ELN donde se atribuye la autoría del atentado a la Escuela General Santander? VÍCTOR DE CURREA LUGO: Lo que significa es que el ELN no ha entendido el mensaje de la sociedad en términos del uso de la violencia, como tampoco ha entendido el momento político de construcción de paz. Ya se había mandado un mensaje –de rechazo – a la bomba de La Macarena, a la de la Policía en Barranquilla y ahora tenemos que enviar el mismo mensaje porque observamos que las dos partes no tienen voluntad de levantar un proceso de paz; el gobierno al congelar la mesa y el Eln al realizar ese tipo de acciones. SEMANA: ¿Por qué cree que reconocieron su autoría un día después de la marcha? V.C.L.: Me parece que no tiene nada que ver con el momento de la marcha. Me imagino que hicieron consultas internas y cuando confirmaron que efectivamente ellos habían sido, asumieron la responsabilidad. En contexto: "No hay protocolo que ampare el terrorismo": alto comisionado de paz SEMANA: ¿Qué opina de que el ELN catalogue el atentado como una “operación lícita dentro del derecho de la guerra”? V.C.L.: El debate no es jurídico, es fundamentalmente político. Entonces no se trata de caer en una actitud ‘santanderista’ de explicar en un artículo o en un código, un comportamiento determinado, y creo que tenemos que ir mucho más allá de la norma y entender el contexto político que demanda el país hoy en día. SEMANA: Al final del comunicado el ELN pide que el gobierno se siente a la mesa, ¿usted cree que hay una posibilidad de una salida negociada? V.C.L.: No la hubo durante estos cinco meses de congelamiento por parte del gobierno, antes del ataque, por lo que es absolutamente improbable que lo haya después de este hecho. El ELN no está en Cuba porque esté huyendo, el ELN está allá porque el gobierno colombiano le pidió recibir esa mesa. SEMANA: ¿Qué piensa de la orden de Iván Duque de activar las circulares rojas de la Interpol contra esta organización? V.C.L.: Puede hacerlo. Lo que no se puede hacer es faltar al compromiso que hizo el estado colombiano frente a Cuba, de unos protocolos. El ELN no está en Cuba porque esté huyendo, el ELN está allá porque el gobierno colombiano le pidió recibir esa mesa, de la misma manera que le pidió al Estado ecuatoriano. O que en muchos países del mundo prestan el territorio terceros estados para facilitar la paz. Por tanto, es infame pretender, ahora, presentar a Cuba como aliado del terrorismo cuando fue un facilitador para la paz. SEMANA: ¿Puede el presidente Duque romper esos protocolos de diálogo, argumentando que él no se sentó a la mesa con el ELN? V.C.L.: Entonces tendríamos que romper todos los protocolos que firmaron todos los gobiernos colombianos antes del 7 de agosto de 2018, porque no los firmó Duque. SEMANA: Por último, ¿puede Cuba rechazar la solicitud del gobierno colombiano de capturar a los integrantes del Eln? V.C.L.: El rechazo de Cuba, a la solicitud de entrega de los guerrilleros al gobierno colombiano, no sería arbitraria ni independiente. Sería una violación a los pactos internacionales. Hay un principio en el derecho internacional que dice “los pactos son para cumplirlos” y eso sería poner a Colombia al nivel de un país que desconoce el derecho, que no es serio, en el que no se puede creer. Pero no solamente insultaría a Cuba; sino a Venezuela, Noruega, Suecia, Suiza y a todos los países que nos han acompañado en la construcción de paz. Sería un insulto a la comunidad internacional.