SEMANA conoció que hay malestar en varios oficiales, entre mayores y capitanes, quienes estaban en la lista de ascender a sus grados superiores, pero que a última hora, y a pocas horas de la ceremonia de ascenso, fueron notificados de que no seguían en la institución.
Para los uniformados con los que habló SEMANA, este es un “acto de indelicadeza” de la Policía, pues varios habían hecho llegar a sus familias a Bogotá para el ascenso, pero a última hora fueron notificados vía correo electrónico de que no iban a ascender.
Los oficiales, entre mayores y capitanes, indicaron que la institución, en cabeza del general William Salamanca, no es coherente, pues en un principio les dicen que, por ser los mejores, fueron seleccionados luego de un minucioso proceso de verificación, pero ahora les envían un correo en el que les dicen que la Junta Asesora del Ministerio de Defensa “no recomendó su ascenso al grado inmediatamente superior motivado en razones del buen servicio, considerando que no se colman a plenitud las expectativas y conveniencias institucionales”.
A la Escuela de Policía General Santander acudieron para ascender 24 coroneles, 92 tenientes coroneles, 295 mayores, 183 capitanes y 222 tenientes. Por su parte, desde la Policía indicaron que los oficiales no fueron echados, sino que no cumplieron los parámetros de la Junta Asesora del Ministerio de Defensa.
Es de anotar que no es la primera vez que integrantes de la Fuerza Pública se quejan por los ascensos en el gobierno del presidente Gustavo Petro. En el campo militar, meses atrás, algunos oficiales del Ejército denunciaron que les habían “manoseado los ascensos”.
“Lo que voy a decir suena feo, pero es la realidad: el alto mando dejó manosear la institución, ahora los ascensos los decide una secretaria sin formación militar”, dijo en su momento un oficial del Ejército a SEMANA.
Agregó: “El ministro de la Defensa está politizando la fuerza, eso no debe pasar, se están saliendo de la norma. Además, se está viendo discriminación, a oficiales con investigaciones graves los ascendieron y otros que no tienen mancha los dejaron”.
Otro destacado militar, que tenía una hoja de vida excelente, señaló: “Yo combatí a la guerrilla, dimos de baja a cabecillas como el Negro Acacio; he obtenido distinciones, reconocimientos y los ascensos los he logrado sin ningún problema”.
Asimismo, indicó que el ministro de la Defensa se habría encargado de definir los ascensos a personal que no conoce el ámbito militar. “Ahora una secretaria está por encima del mando militar. Yo conté con el visto bueno del comandante del Ejército encargado del Ejército, el general Ómar Sepúlveda; del general Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares; del general Samuel Salinas, jefe del Coper (Comando de Personal), y del coronel ponente que me evaluó durante un año para que cumpliera con todos los requisitos”.