En una operación conjunta llevada a cabo en la zona rural del municipio de San Andrés de Tumaco, Nariño, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General, en colaboración con la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules del Ejército Nacional y con apoyo de la DEA, logró la ubicación y decomiso de un peligroso artefacto explosivo improvisado.
El artefacto, que pesa aproximadamente un kilogramo, estaba equipado con un detonador no eléctrico y una mecha de seguridad de fabricación extranjera. Esta peligrosa arma se encontraba en un tramo del oleoducto ubicado en esta región del país, lo que planteaba un riesgo significativo para la comunidad y la infraestructura.
Además del hallazgo del artefacto explosivo, la operación permitió descubrir una caleta escondida entre la maleza, donde se encontraron 40 kilogramos de explosivos, una barra de explosivo aluminizado tipo Indugel, dos detonadores y 250 minas antipersonas. Estos elementos representaban un peligro inminente para la seguridad de la zona.
Según versiones preliminares, se cree que este material bélico pertenecería a la columna Urías Rendón de las disidencias de las Farc y se considera de alta peligrosidad debido a su almacenamiento al aire libre, lo que aumenta la probabilidad de una activación accidental y potencialmente catastrófica.
La evidencia técnica recolectada sugiere que estos explosivos tenían la intención de ser utilizados para perpetrar atentados contra la infraestructura petrolera en el sur del país, así como contra instalaciones militares y el aeropuerto La Florida, de Tumaco, Nariño.
Un fiscal adscrito al Cuerpo Técnico de Investigación legalizó el decomiso del material bélico ante un juez con función de control de garantías en Nariño. De acuerdo con la normativa vigente, se procedió a la destrucción segura de estos elementos, garantizando la seguridad de la comunidad y la preservación de la infraestructura en la región.
Ejército destruye fábrica ilegal de explosivos del ELN en Bolívar
Tropas militares lograron destruir una fábrica ilegal de explosivos perteneciente al ELN en el municipio de Morales, Bolívar. La operación fue llevada a cabo por el Batallón de Operaciones Terrestres n.° 112 en coordinación con otras unidades militares, como parte del Plan Ayacucho, el pasado 4 de julio. El operativo fue posible gracias a la Fuerza de Tarea Conjunta Marte, el Batallón de Inteligencia Militar n.° 1 y la Regional de Inteligencia del Caribe.
Durante la operación, se encontraron armas, materiales peligrosos y una estructura utilizada para la fabricación de explosivos. Entre los elementos decomisados se encontraban granadas de mortero, detonadores ineléctricos, artefactos explosivos improvisados, minas antipersonas, explosivos listos para ser instalados y otros materiales relacionados.
Además de los explosivos, se descubrieron sustancias químicas y otros elementos utilizados en la producción de estos artefactos, como gasolina, ACPM, tuberías y cilindros de oxígeno.
Una vez encontrados los materiales, se activaron los protocolos de seguridad correspondientes y se procedió a la destrucción controlada del material explosivo, en colaboración con las autoridades competentes.
“Con este resultado se evita que integrantes del ELN continúen instalando artefactos explosivos improvisados, los cuales han afectado la vida y la integridad de la población civil y miembros de la Fuerza Pública en el sur del departamento de Bolívar”, aseguró el Ejército Nacional por medio de un comunicado.
De igual forma, afirmaron que con este contundente golpe a la estructura del ELN “se logra afectar de manera contundente al grupo armado organizado, realizando operaciones de estabilidad que debilitan las estructuras de más grupos armados que convergen en el sur de Bolívar”.