Durante un debate de oposición en el Cabildo Distrital, el concejal Samuel Arrieta evidenció que más de 20.000 generadores en la capital de estos desechos peligrosos no tuvieron recolección.

Los desechos hospitalarios son las sustancias, materiales, subproductos sólidos, líquidos o gaseosos que se producen de actividades relacionadas con el sector salud y derivados, desde su generación hasta su disposición final. Pueden ser peligrosos, infecciosos o de riesgo biológico, químicos y radioactivos.

Los generadores de estos residuos se encuentran en sectores comerciales como los relacionados con los servicios de salud, IPS, clínicas, consultorios médicos y odontológicos, laboratorios, funerarias, cementerios, farmacias, centros de pigmentación o tatuajes, peluquerías, lugares de zoonosis y zoológicos, veterinarias, entre otros.

En la Comisión de Gobierno en el Concejo de Bogotá, el cabildante Arrieta evidenció que la administración no implementó una estrategia de comunicación y sensibilización adecuada para la entrada en vigencia del nuevo modelo de recolección de residuos hospitalarios, afectando a los generadores de estos desechos.

Según la Secretaría de Ambiente, en Bogotá hay 47.684 generadores, de los cuales, el 97 % son microproductores, quienes ahora, según Arrieta, deben pagar más de 40.000 pesos por hasta diez kilogramos de desechos mensualmente y antes solo pagaban 900 pesos.

Para el concejal, que frecuentemente denuncia en sus redes sociales residuos hospitalarios abandonados en el espacio público, se han incrementado estos incidentes en casi 400 % y eso que solo vamos a mitad de año, porque en 2020 fueron 12 bolsas rojas denunciadas y en lo que va corrido de 2022 son 43.

El concejal del partido Cambio Radical propuso a la presidencia del Concejo una comisión accidental para darle seguimiento a esta problemática porque puede representar un alto riesgo para la salud de los habitantes de la ciudad y para el medio ambiente.

Por su parte, el concejal Pedro Julián López, puntualizó que: “Frente al tema se ha venido denunciando el manejo de las carnes y sus lixiviados en el matadero Guadalupe, el cual sigue funcionando sin control”.

Agregó que los residuos hospitalarios que se generan como resultado de las atenciones en diversas áreas de la salud, no son recolectados en debida forma por sus generadores en la fuente, como en los hospitales, laboratorios y clínicas animales, entre otros.

El concejal Rolando González recalcó que en Bogotá se generan residuos sólidos recolectados por la Unión temporal Eco Capital bajo un modelo especial de Concesión, pero los negocios generadores se están viendo afectados, dado el incumplimiento en su recolección, son 18.000 toneladas producidas de estos residuos, de los cuales el 80 % corresponden a micro productores tipo C en negocios registrados, y los no registrados son 27.000 no cubiertos por el sistema.

“No hay emergencia sanitaria”

La secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, explicó cómo han sido las acciones de pedagogía, control y seguimiento que ha realizado el Distrito a los establecimientos que generan residuos hospitalarios en la ciudad, luego del cambio en el modelo de recolección, como lo estableció la norma nacional.

“Es un cambio normativo que se deriva de decisiones tomadas por el Gobierno Nacional, pero que se implementan a nivel distrital, en el cual tenemos que trabajar juntos el Concejo de la ciudad, la Administración Distrital y la ciudadanía (...). Quien esté generando residuos hospitalarios, peligrosos y biológicos, tiene que pagar por su disposición, eso es lo que ordena la CRA (Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico) y que estamos cumpliendo en Bogotá”, indicó la funcionaria.

Durante el debate de control, la secretaria aseguró que no existe ningún riesgo de emergencia ambiental ni sanitaria en Bogotá por cuenta del cambio en la norma, que ahora permite la libre competencia en los operadores de recolección de residuos peligrosos.

Durante el debate de control, la secretaria aseguró que no existe ni ha existido ningún riesgo de emergencia ambiental ni sanitaria en Bogotá por cuenta del cambio en la norma, que ahora permite la libre competencia en los operadores de recolección de residuos peligrosos.

“En Bogotá no hay una emergencia sanitaria, no hay nada parecido a una emergencia sanitaria. Desde que estaba Ecocapital teníamos llamadas específicas de residuos que eran abandonados en el espacio público, siempre los hemos atendido desde el Distrito y en ese momento quienes operaban esa atención era Ecocapital, ahora se abrió a la libre competencia, como lo indica la norma nacional”, aseguró la secretaria Urrutia.

No obstante, la funcionaria reconoció que sí se han implementado multas por la mala disposición de estos residuos peligrosos.

“Tenemos más de 700 millones de pesos en multas a quienes no han cumplido con las condiciones, hemos controlado a más de 1.000 generadores y hemos realizado más de 3.000 actividades de control a esta cadena de residuos hospitalarios. Cada uno de los gestores debe tener un transporte que cumpla con los establecidos en la ley y un tratamiento y disposición final que requiere una licencia ambiental”, subrayó Urrutia.