El Hospital Militar reveló cómo se encuentran los hermanitos Mucutuy, que llegaron a este centro médico luego de ser rescatados el pasado viernes 9 de junio, tras estar perdidos durante 40 días en las selvas del Caquetá.

“A pesar de su adecuada evolución, desde el punto de vista infeccioso, se consideran aún en alto riesgo por su déficit nutricional, se mantiene el manejo de las patologías infecciosas inherentes a las condiciones adversas a las que se vieron enfrentados, con el fin de lograr su óptimo estado de salud”, reportó el Hospital Militar Central.

De igual forma, el Hospital Militar indicó que “los niños permanecen en el área de pediatría y la evolución de cada uno de ellos es favorable. Los manejos establecidos por el equipo interdisciplinario han permitido la estabilización y la mejoría de los perfiles bioquímicos, con una adecuada tolerancia al incremento en los aportes nutricionales que han requerido”.

El centro especializado también confirmó que “continuará proporcionando el manejo interdisciplinario que requieran los menores, en apoyo articulado con las diferentes instancias estatales, con el propósito de avanzar en los logros a mediano y largo plazo que permitan mejores condiciones”.

Nuevo parte médico de los hermanitos Mucutuy, quienes permanecen en el Hospital Militar | Foto: Hospital Militar Central Colombia

Es de recordar que los menores de edad llegaron en la madrugada del pasado sábado 10 de junio al Hospital Militar en cuatro ambulancias, luego de ser trasladados en un avión ambulancia de la Fuerza Aérea desde San José del Guaviare.

“La fe mueve montañas, hicimos posible lo imposible”, general Pedro Sánchez, quien coordinó la búsqueda de los menores encontrados, da detalles de la operación

Un milagro. Así se describe en todo el mundo el hallazgo de los cuatro menores de edad que se habían extraviado en la selva entre el Caquetá y Guaviare tras accidentarse la avioneta en la que viajaban. Luego de casi 40 días deambulando en la selva, los niños fueron encontrados con vida.

SEMANA conversó en exclusiva con el brigadier general Pedro Sánchez, comandante conjunto de Operaciones Especiales de las Fuerzas Militares, quien lideró la titánica operación en la que participaron más de 350 miembros de las distintas fuerzas de las Fuerzas Militares.

La tarea de encontrar a los menores a salvo, según describió el general, era prácticamente imposible de cumplir: “cuando miramos el mapa observamos una densa telaraña donde solamente se encuentra adversidad; nuestros comandos recorrieron 2.656 kilómetros, durante más de 35 días, en un área en la cual tenían que ir de un lugar a otro. Los menores ya estaban muy débiles”.

Grupo de rescatistas junto a los cuatro niños indígenas en la selva del Guaviare | Foto: Suministrada a SEMANA.

Sin embargó, tal como describió el oficial al mando de la operación, “la fe mueve montañas e hicimos posible lo imposible”.

“La fe mueve montañas, se puede lograr cuando se cree, la persistencia permite alcanzar lo que uno sueña, que cuando trabajamos unidos podemos llegar lejos. A los niños no solamente los encontramos, sino que los encontramos vivos y hoy están aquí en Bogotá, recibiendo la atención más especializada”, expresó el general, bastante conmovido.

Sánchez no duda en reconocer el heroísmo de los comandos especiales de las Fuerzas Militares y del grupo de indígenas que se internaron en la selva para “hacer posible lo imposible”, pero aclara que “los más valientes fueron los niños”.

A los niños los vi con una alegría inmensa. Detrás de esos ojos de esperanza está el trabajo de más de 350 personas, está la energía de millones de personas, está el trabajo de quienes diseñaron la estrategia.

“Yo soy una humilde voz de aquellos valientes comandos, de aquellos soldados, de aquellos aviadores de nuestro Ejército, de aquellos pilotos de nuestra Fuerza Aérea, de aquellos indígenas que se internaron en la selva. Pero tal vez por encima de ellos los más valientes fueron nuestros cuatro menores, ellos no tenían la tecnología ni la capacidad que nosotros manejamos, ellos solo tenían aquello que se llama deseos de vivir”, indicó el oficial.

Los rastros con los que siguieron a los niños indígenas | Foto: foto referencia