En medio del desarrollo y continuidad de la Operación Esperanza, la cual consiste en la búsqueda de los cuatro menores de edad desaparecidos luego del accidente aéreo de una avioneta Cessna 206 el pasado primero de mayo, comandos del Ejército hacen la entrega de alimentación a los diferentes organismos que actúan en las labores de rastreo de los niños, en la espesa selva del Caquetá.
En este mismo sentido, en las últimas horas fueron enviados y entregados cerca de 250 porciones de arroz chino y comida caliente para que las Fuerzas Especiales del Ejército, los organismos de rescate, comunidades indígenas y voluntarios se alimenten y recarguen sus energías dentro de la labor titánica que realizan en el marco de la Operación Esperanza.
Desde helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana, efectivos de las Fuerzas Especiales arrojan los alimentos a la selva; ayudándose de lonas, arneses y sogas, los militares hacen la inserción de la comida para las personas que participan de la búsqueda de los niños.
Cabe recordar que el accidente aéreo ocurrió el pasado 1.° de mayo, cuando una avioneta Cessna 206 cayó en la espesa selva del Caquetá, dejando como saldo un total de tres personas muertas y que tras 24 días de búsqueda la esperanza de encontrar con vida a los cuatro hermanos indígenas sigue intacta.
Asimismo, es importante destacar que la zona selvática no favorece a las labores de búsqueda realizada por los organismos y entidades al frente de esta actividad de rescate, sin embargo, este no ha sido impedimento alguno para que efectivos del Ejército y los demás avancen en su tarea de encontrar con vida a los cuatro menores.
Así como esta ración de comida fue enviada a los diferentes actores que participan de las labores de búsqueda y rastreo, desde el pasado sábado 20 de mayo se dispuso de una serie de kits de alimentación que son lanzados para ayudar a la supervivencia de los niños desaparecidos en la selva.
Dicho esto, en medio de la Operación Esperanza y enfrentando las adversidades climáticas y las condiciones naturales que expone el ecosistema selvático en el Caquetá, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, dispuso de unos kits de supervivencia que se lanzarán en distintos puntos clave, con el fin que los menores desaparecidos puedan encontrarlos y alimentarse.
Además, otra de las finalidades que tiene el despliegue de estos kits de alimentación es que los menores se establezcan en los puntos donde encuentren estos objetos, ya que esto permitiría que las labores de búsqueda y rescate se faciliten.
Los hermanos de 13, 9 y 4 años y el bebé de 11 meses siguen desaparecidos luego de que la aeronave en la que viajaban cayera en la Amazonia colombiana hace más de dos semanas. Allí, más de 150 soldados buscan a los menores y siguen pistas que sugieren la posibilidad de que haya al menos un sobreviviente, de acuerdo con el Ejército Nacional.
Lo que se sabe de la selva en la que están desaparecidos los niños que iban en la avioneta
Las Fuerzas Militares mantienen e intensifican la búsqueda de los niños para dar con su paradero. Sin embargo, la dificultad del terreno y la abundante selva del Caquetá no han facilitado la labor de los uniformados y de las fuerzas especiales que adelantan la Operación Esperanza.
En la zona, árboles gigantescos de hasta 40 metros, animales salvajes y fuertes lluvias dificultan la búsqueda. No obstante, la selva no ha sido inconveniente para que indígenas de pueblos cercanos se sumaron a las labores de rescate.
Por su parte, el líder de Línea Flora Instituto Sinchi, Nicolás Castaño Arboleda, en diálogo con El Colombiano indicó las condiciones climáticas que se viven en esta selva colombiana.
“En el día, los rayos de luz se cuelan entre las ramas de los árboles y hace que el calor sofoque por dentro. Al mismo tiempo, la humedad crece y el ambiente se hace pesado”, explicó Castaño Arboleda.
Asimismo, describió el tipo de plantes que hay allí y las diferentes posibles adversidades con las que estos menores de edad se podrían enfrentar.
“Existen plantas venenosas, tallos y frutos con espinas. La planta más venenosa se llama curare y es utilizada por las comunidades indígenas para cazar porque genera parálisis respiratoria”, aseveró Castaño.
Terreno difícil
Por su lado, este viernes 19 de mayo, el Ejército anunció que reforzaría el operativo con 50 uniformados más, para un total de 150 efectivos.
Indígenas de la zona acostumbrados a moverse entre la Amazonia, donde viven animales salvajes y las tormentas eléctricas son recurrentes, se sumaron a la búsqueda.
“En ese sector no hay pueblos, ni siquiera los indígenas lo conocen”, explicó Castaño.
Vale la pena destacar que estas selvas y ríos de la región son corredores para los alzados en armas que se apartaron del proceso de paz firmado por la guerrilla de las Farc en 2016. Conocido como Estado Mayor Central de las Farc, el grupo armado se encuentra a puertas de entablar una negociación de paz con el Gobierno.