Junio de 2005 será recordada como una de las fechas más sangrientas de la historia colombiana, pue 21 soldados fueron asesinados cobardemente mientras se encontraban velando por la seguridad de los colombianos en la zona rural de Puerto Asís, Putumayo. Por esa razón, el Ejército Nacional por medio del Departamento Jurídico Integral y el Grupo de Memoria Histórica de la Sexta División, realizó en las últimas horas un homenaje a las víctimas.

Algunos de los uniformados que fueron atacados, con dificultad sobrevivieron. “Los militares fueron atacados con armas no convencionales como los cilindros bomba, y ráfagas de fusil que acabaron con la vida de algunos de ellos al iniciar el indiscriminado ataque. Este hecho infringió el Derecho Internacional Humanitario y violó los Derechos Humanos”, dice Robín Fernando Ríos Henao, soldado sobreviviente.

El hecho se perpetró por un elevado grupo de guerrilleros, que atacaron a un pelotón adscrito al Batallón Especial Energético y Vial N.° 11 “Capitán Óscar Giraldo Restrepo”, cuando los militares prestaban seguridad a activos estratégicos del país y velaban por el bienestar de los habitantes de esta región, según reposa en los expedientes.

Homenaje a víctimas de la masacre de Teteyé | Foto: Ejército Nacional

De acuerdo al relato del soldado Ríos Henao, el ataque que fue ejecutado por guerrilleros de los frentes 48 y 49, comenzó en horas de la madrugada y se prolongó por más de 8 horas, tiempo en que el que vivieron un verdadero infierno.

“Estábamos custodiando un poso que se llamaba Quillacinga, a un kilómetro de la base, veníamos de regreso hacia la base y nos quedamos pernoctando en ese lugar porque ya estaba de noche y en el Putumayo es una cosa cruel patrullar porque uno no ve por la selva”, así inició su relato.

“Esos frentes habían decidido tomarse la base y nosotros estábamos en el camino entre ellos y la base. Pasadas las tres de la mañana, uno de los centinelas nos levanta y nos dice que por la mira Ranger está viendo presencia de tropa muy cerca, constatamos y preguntamos a una unidad cercana que si estaban en esas coordenadas y nos contestaron que estábamos durmiendo con el enemigo; tomamos posición de combate y cerca de las cinco de la mañana este grupo nos levantó a cilindro”, cuenta el sobreviviente.

Tras los primeros cilindros y disparos de ametralladoras y fusil, los soldados reaccionaron, pero desafortunadamente fueron cayendo por las explosiones de los artefactos explosivos improvisados.

“Eso fueron como 4 o 5 minutos cayéndonos cilindros. Cuando cayeron los primeros cilindros, que fueron como unos 30 o 40, acabaron con la vida de Vargas, él quedó encima de un árbol. Un 20 % de los soldados murieron por cilindros. Tratamos de hacer lo mejor y disparar para donde estaba la masa de guerrilla, pero eran muchos”, cuenta aún con impotencia y evidente dolor.

Homenaje de víctimas de la masacre de Teteyé | Foto: Ejército Nacional

Entre los recuerdos que lo atormentan está que justo ese día había una carretera por donde llegaban los guerrilleros en camiones, ya los habían copado y el poder de fuego de los soldados era inferior al de los subversivos. En su mente está intacto el recuerdo de cómo vio morir a muchos de sus compañeros.

“Ver rematar a los que quedaban agonizando aún lo tengo en mi memoria. A Rodríguez Caicedo le pegaban con el tubo de mortero en la cabeza para terminarlo de matar; entre dos guerrilleros levantaban el tubo y le daban. A Ochoa Luciani lo mataron con un machete. Molano era el operador de la segunda ametralladora, levantó sus manos para que no lo mataran, pero se acercó un guerrillero y le voló la cabeza”, describe sobre esos dolorosos instantes.

Con el objetivo de honrar, exaltar y dignificar la memoria de los soldados que perdieron la vida en este lamentable suceso, el Ejército Nacional realizó un acto conmemorativo y “una sentida eucaristía en las instalaciones, en homenaje al sacrificio, arrojo, entrega y valentía de estos hombres”, dijo la entidad a través de un comunicado.