Solo 12 segundos necesitaban los ‘Pluma‘ para desocupar un carro. Y tenían todo un repertorio de estrategias para hacerlo, a veces no necesitaban ni usar la fuerza. Así fue como se convirtieron en el azote de los taxistas, sus blancos favoritos, pues la seguridad de sus vehículos es precaria.Los ‘Pluma‘ operaban en la calle 13, entre las carreras 14 y 18. A esa zona suelen llegar los conductores a hacer compras rápidas. Parquean en la aceras y entran a las tiendas. Muchos, al volver a sus carros, ya no encontraban los radios ni los objetos de valor que habían dejado adentro. La mayoría de veces, era obra de esa banda que, según los investigadores, en un día "malo" podían cometar hasta 12 robos.
Tenían distintas formas de operar. Generalmente, uno de ellos se dedicaba a vigilar a la víctima. La seguía mientras hacía su compra, se aseguraba de que tenían vía libre para el robo y entonces daba la señal. La más común era pasarse la mano por la frente, así indicaba que era el momento de actuar.Le recomendamos: La familia que se dedicaba a robar camionetas en BogotáEntonces, el ‘Pluma‘ entraba en acción. Se les denomina así por el nombre de la herramienta que usan para forzar las chapas: seguetas o llaves bristol afiladas con pulidoras que rompen facilmente los seguros. Preferían hurtar taxis porque hay un modelo especial cuya seguridad es deficiente. Ya adentro de los carros, en menos de 12 segundos se llevaban todo: radios, tablets, dinero, cualquier elemento de valor.En ese momento aparecían los encargados de tomar los objetos hurtados y esconderlos. Mientras eso sucedía, un campanero apostado en zonas estratégicas vigilaba que la Policía no entrara en la escena.A veces no necesitaban forzar las chapas porque usaban una estrategia mucho más sutil: el "alarmazo", en la que "a usted lo roban antes de bajarse del carro", explica uno de los investigadores que, durante seis meses, estuvo tras los pasos de los ‘Pluma‘. En esa modalidad, uno de los miembros de la banda se recostaba sobre el carro. Cuando el conductor se bajaba del vehículo, el delincuente abría la puerta trasera o la del copiloto con delicadeza, sin que se notara. Entonces, el conductor activaba los seguros y se iba tranquilo, sin percatarse de que una de las puertas había quedado sin cerrar.
Puede leer:Cae la Rosario Tijeras de Ciudad BolívarEl relato de robos similares se hizo común en las estaciones de Policía de Los Mártires, Germania y La Canderlaria. Por eso, la Policía supo que había una sola banda detrás de esos golpes, y empezó a investigar. El viernes pasado capturaron a 12 de sus integrantes, entre los que había tres viejos mayores de 60 años. Uno de ellos, incluso, había pasado buena parte de su vida encerrado en la cárcel.Sin embargo, ninguno de los veteranos era el jefe. El "Chiqui", de apenas 23, se convirtió en el líder, se ganó el "respeto", dicen los investigadores, por su habilidad para el crimen. Porque él solo es capaz de efectuar un robo en el que normalmente tienen que participar cinco personas. Además, dice la Policía, es un hombre peligroso que a solía usar armas de fuego en algunos de sus ataques. Y capturarlo no fue fácil. Es escurridizo y para encontrarlo tuvieron que rastraer la ubicación de su celular.Las autoridades, además, iniciaron el proceso de extinción de dominio de un hotel ubicado a dos cuadras de la zona donde los ‘Pluma‘ actuaban. Allí vivían la mayoría de integrantes de la banda, y muchas veces escondían los objetos robados en ese lugar.Puede interesalre: La caída de Los Paisas, la banda que mató a un inocente frente a sus hijasLuego de las capturas, la Policía los llevó ante un juez. Allí, los investigadores expusieron algunos de los 176 videos con los que grabaron el accionar de la banda. Al verse en las imágenes, todos los detenidos aceptaron su responsabilidad por los delitos de hurto, concierto para delinquir y daño en bien ajeno, por los que podrían afrontar condenas cercanas a los 12 años de cárcel.